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La morosidad agrava las peleas y los litigios entre vecinos

   

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

Convivir con vecinos con los que uno no se lleva bien puede ser una pesadilla. Y si además estos no pagan ni la comunidad ni las derramas, las peleas en la escalera y en las juntas de propietarios se hacen insufribles.

Pero no siempre, las rencillas entre propietarios tienen un motivo aparente como los impagos de la comunidad, sino que la elección del color de la pintura del portal puede ser motivo de enfrentamiento porque, tras ese vecino tiquismiquis hay un problema personal que aflora en las reuniones.

Si bien, la realidad es que la deuda de los morosos en Canarias con las comunidades de vecinos ascendió a finales de 2013 a 92 millones de euros. También el pasado año, se produjo un aumento de las demandas entre vecinos de más de un 30%. Estas circunstancias y otras de carácter personal, suelen derivar en muchas ocasiones en guerras entre quienes comparen escalera ya que, suele pasar que si uno no paga, el otro hace obras sin permiso, otro les responde dejando a deber la derrama, etc.

Por lo tanto, hoy en día se exige del administrador de fincas que no sea simplemente “aquel que le lleva las cuentas de la comunidad”, sino que es necesario que este profesional cuente con destrezas comunicativas para gestionar las juntas y reuniones, por el bien de los propietarios.

La enemistad con un vecino afecta a la comunidad y a la salud

La enemistad con alguien que tienes que ver a diario, cruzártelo en el portal de tu casa o en el rellano de la escalera, puede convertirse en una situación que afecta a la salud de una persona, ya que, detrás de ese encontronazo hay muchos sentimientos. Estos se pueden manifestar de forma físicas mediante procesos infecciosos, debilitamiento del sistema inmunitario, contracturas o faringitis. Hasta de manera emocional con depresión, ansiedad o agresividad.