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La venta de los casinos de la Isla: la decisión correcta – Por Jesús Morales Martínez*

   

En estos días asisto a un debate público sobre la venta del Casino de Playa de Las Américas que, como portavoz adjunto del grupo de CC en el Cabildo pero, sobre todo, como sureño de la Isla, no puedo dejar pasar sin manifestar mi opinión. La realidad es que el hecho de que el Cabildo de Tenerife es “dueño” de tres casinos en la isla, es algo excepcional y único en toda España. Hasta ahora lo que siempre había escuchado era la pregunta de por qué una  administración era dueña de estos casinos, que no tenía sentido alguno, que era necesaria su venta y que la actividad privada era quien debía gestionar este negocio, que ya el Cabildo tenía muchas empresas y que tenía que dedicarse a gestionar sus competencias, aquellas que por Ley se nos han transferido.

La nueva Ley de Racionalización de la Administración Local donde las competencias se clarifican y definen como propias e impropias viene a dar un espaldarazo a la opción de la venta de los casinos que impulsa, con buen criterio, nuestro presidente Carlos Alonso, empezando por el de Playa de Las Américas. Mucho antes de la entrada en vigor de dicha Ley, desde el propio Cabildo, se empezó un plan de reestructuración empresarial, donde los casinos no tenían cabida.

En todo momento, la Corporación insular entendió que aquellas empresas relacionadas con los servicios públicos -no con el juego- como pueden ser TITSA, Metropolitano de Tenerife (Tranvía), Balten (Balsas de Tenerife), Matadero, etc. deberían ser aquellas por las que debemos seguir apostando, dado que cada una de ellas, en un ámbito o sector de la Isla, son necesarias para la sociedad.

Si hay algo en todo esto que no entiendo es la introducción del debate ideológico de gestión pública o privada alrededor de una actividad como el juego, cuando una gran parte de los servicios que recoge la Ley de Bases del Régimen Local (aguas, basuras etc) se han ido privatizando por casi todas las administraciones locales y porque muchos de los que ahora ponen el grito ideológico en el cielo no lo hicieron entonces. Ahora, cuando se plantea privatizar o vender una actividad relacionada con el juego, que nada tiene de básico o esencial para la ciudadanía de Tenerife, es cuando se escandalizan. Desde cualquier perspectiva lógica, es difícilmente entendible y mucho menos explicable.

Los resultados económicos de los casinos en el 2013 también nos indican que la decisión correcta es ir desprendiéndonos paulatinamente de los mismos. Los resultados obtenidos por el grupo casinos el año pasado están provocando su descapitalización y esto afecta directamente a la situación patrimonial del Cabildo, por ser el único accionista.

Además la Ley indica claramente que si durante dos años consecutivos no se cumple y se está en desequilibrio financiero (pérdidas), incumpliendo el plan de saneamiento, dichas entidades deben desaparecer. Y esto sí sería grave y perjudicial para el Cabildo y para los trabajadores de los casinos, ya que no hablaríamos, como ahora, de pasar de trabajo público a privado, sino de la desaparición de puestos de trabajo y esto es lo que, a toda costa, queremos evitar.

La apuesta del Cabildo, con el presidente Carlos Alonso  a la cabeza, es muy clara: debemos centrarnos en las necesidades de la ciudadanía de Tenerife, en mejorar los servicios que prestamos derivados de nuestras competencias, en potenciar todas las políticas destinadas a crear empleo, en las necesidades sociales; es decir, estar lo más cerca posible de los ciudadanos y des sus necesidades.

Y es esto lo que hacemos vendiendo en primer lugar el Casino de Playa de Las Américas, ya que esta venta está vinculada a la puesta en marcha de un proyecto turístico que genere economía y empleo en la zona que es, ni más ni menos, la prioridad del Cabildo: generar empleo, tomando una decisión difícil pero convencidos de que es la correcta.

*CONSEJERO Y PORTAVOZ ADJUNTO DEL GRUPO DE CC EN EL CABILDO DE TENERIFE