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Cuadro figurativo – Por Román Delgado

   

El PP se quedó tan frío en la noche de las elecciones europeas que prefirió no admitir preguntas de los periodistas. Total, ¿para qué?, habrán pensado…, si es que nosotros solitos somos capaces de decirlo todo y de la manera que más nos gusta, y además sin que algún comunicador de los que prefieran preguntar, si eso se les permitiera, sea capaz de sacarnos algo que antes no hayamos dicho o quisiéramos decir. Por eso no hacía falta ceder tiempo para las preguntas de la prensa, y menos a esas horas, y menos después de tal desplume de votos. El PP, y es verdad, ganó el domingo las elecciones europeas. Ya lo dijeron, sin opción a comentario, tanto Cospedal como Cañete; primero Cospedal, que esta vez no se equivocó, y luego Cañete, con una imagen que, sin duda, aludía al vendaval de votos. En el otro lado, el PSOE y Valenciano, que, puestos a perder, no dan con el descansillo idóneo para intentar cambiar el sentido del viaje actual de abajo arriba. A diferencia del PP, los socialistas sí dejaron hablar, algo que éstos valoran por aquellos años en los que no se podía abrir el pico. Ésta ha sido la gran diferencia entre unos y otros: los del bipartidismo. El PP pidió silencio y pasó el esparadrapo a la prensa, que para eso había ganado perdiendo mucho, muchísimo (desplumado se quedó), y el PSOE entró en depresión profunda al comprobar con la huella de los votos que, o cambian, o pronto se van al carajo, y bien merecido que se lo tienen. La diferencia entre unos y otros: los del bipartidismo, es que los que levantan la rosa admiten la debacle, algo mayor que la del partido de la gaviota, que ganaron y ganaron, y además los suyos son los que más tienen en la nueva Eurocámara. El PP perdió tanto apoyo, más de dos millones de votos, que a punto estuvo el palmero de quedarse sin volar a Bruselas (una exageración). Iba el número 13 y salieron 16 (24 en 2009). Uyyy… Total, que pese a lo dicho por Cospedal y Cañete (éste con cara muy tierna), el mismo Soria y Domínguez y el lumbreras del tal Floriano (en COPE, ayer mismo), el PP se ha llevado un buen susto y ahora padece de nervios. Esto no ha sido tanto por lo ocurrido en los comicios al Parlamento Europeo. ¡Qué va…! Esto ha sido sobre todo porque han notado el despertar de un buen puñado de papeletas hacia la izquierda real desde la derecha del bipartidismo (de dos). Esto ha sido porque ya se nota el andar de la perrita (¡y era hora!): una reacción en las urnas que se traduce en más apoyo a las fuerzas “radicales” o “seguidores de Maduro”. Esto ha sido porque el PP, que puede ser el peor parado, ha visto en los gráficos que la suma de la izquierda real más lo que resulte de la reconstrucción del PSOE es tanto como una mayoría absoluta en las Cortes tras la cita de 2015 o 2016. Esto, esto sí preocupa. Esto produce tanta rabia que hay que cometer errores como evitar que la prensa hable. El PP ahora sí ha visto que parte del electorado tiene memoria y además sabe cobrarlas. Algo es algo, por mucha bobada a la que se apunte el tal Floriano. Ahora huele a esperanza y más gente al fin cree que se puede. Ojalá.

@gromandelgadog