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Una derrota cruel e injusta

   
FOTO LFP

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Martín-Travieso | Las Palmas de Gran Canaria

Hay derrotas que duelen mucho, que cuesta digerirlas durante mucho tiempo, pero que refuerzan el aspecto anímico del grupo. Así se puede resumir el varapalo que ayer encajó el CD Tenerife. De manera totalmente injusta e inmerecida, los blanquiazules perdieron el derbi canario. Además, de manera cruel. Después de haber hecho un partido notable, encajaron un gol en una acción a balón parado cuando ya se entraba en la prolongación final del duelo. Así de duro. No obstante, a los once gladiadores de Cervera no se les puede cuestionar la entrega, batalla, osadía que plantearon en un enfrentamiento que debió acabar en empate.

De inicio sorprendió Álvaro Cervera con el once que presentó. Hasta tres novedades, dos de ellas muy llamativas, introdujo el preparador blanquiazul. Raúl Cámara, Alberto y Nano fueron las grandes sorpresas de una alineación que contaba con siete canarios, seis de ellos canteranos blanquiazules. La idea estaba clara: ceder el balón al rival, pero frenarles en el centro del campo, para así salir rápido al contragolpe con jugadores rápidos como Suso o Nano, quien ayer relevó a la gran ausencia del partido: Ayoze Pérez.
Los blanquiazules lograron frenar el ímpetu inicial de los amarillos en los 15 minutos iniciales. A los locales les costaba un mundo superar el medio centro gracias al trabajo sucio de Alberto y de Aitor, que en el arranque se cansaron de robar balones. Y ellos de perderlos. Además, Nano se mostró muy activo en estos minutos y protagonizó unos muy buenos minutos.

Se habían cumplido 20 minutos de partido y el fútbol no fluía, no obstante, los escasos acercamientos que se vieron fueron para los jugadores tinerfeñistas. El guion que ideó Cervera se estaba cumpliendo a la perfección.

Al paso del cronómetro por el minuto 30, Momo, por parte de la Unión Deportiva, y Aridane, por parte del Tenerife, sufrieron sendos contratiempos físicos producto de dos choques con jugadores rivales. En ambos casos parecía que no podían seguir jugando, pero aguantaron en el campo.

En los últimos compases del primer acto cada contendiente acumuló dos buenas acciones para marcar. La primera fue para el Tenerife. Córner que parte desde la banda derecha y que remata de cabeza Alberto muy cruzado, llegando a rozar el balón el palo largo de un Barbosa que respiró aliviado al ver que la pelota se alejaba de su portal.
Justo antes del final, los locales sacaron una falta que remató también con la testa David García y que se marchó al lateral de la portería de un Roberto que disfrutó de una plácida primera parte.

El balance de la primera parte resultaba tremendamente positivo para los de Cervera, quienes tenían el partido controlado. Solo les faltaba algo más de remate, a pesar de que Suso, Aridane y, sobre todo, Nano, estaban cumpliendo bien con su papel. Aún así, lo que mejor funcionó en el cuadro chicharrero en este período fue la medular. Cumplieron con su cometido a la perfección Ricardo, quien jugó muy escorado a la izquierda, Aitor y Alberto. Estos dos últimos estuvieron titánicos a la hora de cortar el juego de ataque rival. El resultado reflejaba el empate inicial, por lo que todo quedaba para el segundo acto.

Tras el paso por los vestuarios, Lobera decidió mover su banquillo con una doble sustitución. Procuró resolver la alarmante falta de fútbol de su equipo con la entrada de Masoud y de Vicente Gómez. Se quedaron en la caseta Tana y Apoño, quien además estaba amonestado.

Esta doble variante le otorgó más brío a la escuadra amarilla. Ellos metieron una marcha más y disfrutaron de buenos minutos. Pero ese ritmo se cortó cuando se lesionó Castillo, el lateral, y entró Aythami Artiles. También se rompió al mismo tiempo Nano, que en la primera parte se fundió corriendo. Entró Édgar al terreno de brega. Estas sustituciones frenaron el ritmo de juego local, aunque el control del partido siguió siendo para los pio pio.

En el minuto 69 Masoud probó de falta directa a Roberto, quien paró sin consecuencias el balón. Poco después, Cervera quitó a Ricardo y le concedió la oportunidad a Juanjo. El ex de la Ponferradina se colocó en la banda izquierda. Instantes más tardes Cámara se lesionó, por lo que Cervera agotó las sustituciones con la entrada de Ayoze al verde.
En el minuto 78 Mariano Barbosa cometió penalti golpeando el rostro de Aridane, quien intentaba rematar un córner. El árbitro se olvidó de utilizar el silbato.
Entró el encuentro entonces en una fase trepidante, en el que el Tenerife tuvo sus opciones. Édgar y Aridane probaron a Barbosa, mientras que Vicente Gómez también intentó marcar en la portería de un Roberto que sufrió problemas físicos durante gran parte de la segunda parte.

El epílogo fatídico

Se había cumplido el minuto 90 y el cuarto colegiado había señalado la prolongación: 4 minutos. Juanjo comete una falta innecesaria pegada a la banda. La sacan al corazón del área y Vicente Gómez la remata con la cabeza al segundo palo de un Roberto que, a pesar de que se estiró, no pudo llegar. Gol y mazazo terrible. La euforia estalló en el estadio de Gran Canaria y los blanquiazules se hundieron, en especial Alberto, quien marcaba al delantero de Las Palmas en la acción del gol. No se le puede reprochar nada al canterano, quien cumplió con creces su papel. No se merecían tal castigo los visitantes. Lo habían hecho todo bien durante muchos minutos y este juego es muy cruel en ocasiones. Ayer lo fue tremendamente con un Tenerife que compitió hasta el final. El fútbol ya le debe varias al Tenerife esta temparada.