Interpretaciones – Por Cristina Molina Suárez

Comenzamos la semana con ingenio para unos y temeridad para otros. El fútbol en las islas es como las murgas: un pique con dos frases graciosas y cuatro brincos. Lamento si he herido su sensibilidad murguera pero no, lo de Canarias no son Chirigotas.La Provincia tituló en su web: “El ascenso de la UD Las Palmas a Primera División pasa por un asadero de chicharros”. Tanta fue la polémica que optaron por eliminar la noticia. Un ingenio que no se entendió en Tenerife y lo tildaron de “apología violenta”. Cierto es que el derbi es un partido declarado de alto riesgo por culpa de los kinkis, canis, coyotes o como se llamen los especímenes que no se conforman con animar y dar cuatro brincos. Del humor negro al fundido a negro.

Una purriada de canales de televisión han dejado de emitir esta semana. Es una verdadera lástima (aparte del propio cierre) que no les diera tiempo ni tuvieran el espacio suficiente para explicar debidamente por qué el gobierno obligaba a su cierre. El Tribunal Supremo los declaró ilegales tras una demanda de una empresa. El origen del problema proviene del Gobierno de Zapatero que adjudicó estas señales de manera irregular. El colmo de la interpretación y la manipulación es, sin lugar a dudas, la encuesta. Como dijo Mark Twain, “existen tres tipos de mentiras: la mentira, la maldita mentira y las estadísticas”. Hace unos días el CIS publicó su último barómetro. Para mí lo peor son precisamente las interpretaciones de las cabezas pensantes, cuya materia gris elige primero izquierda o derecha y, a continuación, analiza los datos. No olvide, querido lector, hablar de cocina cuando opine sobre las encuestas. También en política es importantísimo estar a la última moda. La capacidad de analizar e interpretar es una herramienta muy útil. El problema comienza cuando las interpretaciones se convierten en distintas versiones difícilmente compatibles entre sí.
@cristination_