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El ministro De Guindos reconoce que “queda muchísimo por hacer”

   
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ayer en el parque marítimo de Santa Cruz de Tenerife. / DA

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ayer en el parque marítimo de Santa Cruz de Tenerife. / DA

EUROPA PRESS | Santa Cruz de Tenerife

El ministro de Economía, Luis de Guindos, reconoció ayer que, si bien el crecimiento experimentado por la economía española en el primer trimestre es un “factor de esperanza”, aún queda “muchísimo por hacer” debido a la herencia recibida del Gobierno socialista, pero “estamos en la dirección y el camino correctos”.

En un mitin celebrado en la capital tinerfeña, Luis de Guidos argumentó que, hace dos años, España estaba en una situación “extremadamente límite” por culpa del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, que había dejado una “bomba de relojería” que prácticamente obligaba a pedir el rescate, lo que hubiera supuesto un “fracaso colectivo”.

Según el ministro, eso se evitó gracias a que el Gobierno del PP tomó decisiones “difíciles pero valientes” que hoy permiten decir que España vive una situación “completamente distinta”, pues “ha dejado atrás la recesión y en el primer trimestre ha crecido prácticamente el doble que la media” de la zona del euro.

“Hemos hecho nuestros deberes y tomado medidas complicadas pero que han producido sus frutos”, insistió De Guindos, que aseguró que España “no solo va a conseguir pasar este año a una tasa de crecimiento positiva, sino que va a crear empleo y a taponar esa hemorragia terrorífica que afecta al mercado laboral”.

En palabras del ministro de Economía, la imagen de España se ha empezado a “modificar” y aquellos que antes “tenían dudas” ya piensan en que se trata de un “gran país” que tiene “mucho que decir” en el contexto internacional. En este sentido, resaltó que España ha dejado de ser “un problema para Europa”, porque ya cuenta con aportaciones positivas desde el punto de vista económico que permitirán que se vaya acercando a las tasas de crecimiento de los países europeos más avanzados como Alemania. En cualquier caso, admitió que aún “queda muchísimo por hacer”, aunque quiso dejar claro que la evolución de todos los indicadores económicos “van a mejor”.