Moreno: “No podemos perder el talento por falta de becas públicas”

Los galardonados este año con los Premios Canarias y las Medallas de Oro posan con miembros del Gobierno regional y del jurado. | FRAN PALLERO

VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife

“La educación pública me ha permitido desarrollar mi carrera en base a becas, y sin ellas se perdería todo el talento que hemos adquirido en estos últimos cuarenta años”. De esta forma defendió anoche la enseñanza pública director del Instituto de Biología Funcional y Genómica de Salamanca, Sergio Moreno, nuevo Premio Canarias de Investigación e Innovación.

Moreno, que nació en Gáldar en 1960 y estudió Farmacia en la universidades de La Laguna y Salamanca, fue el encargado de pronunciar el discurso en nombre de los tres galardonados con los Premios Canarias, incluyendo el musicólogo e historiador Lothar Siémens y el pintor tinerfeño, residente en Gran Canaria, Fernando Álamo. También, recibieron la Medalla de Oro de Canarias el timplista Domingo Rodríguez el Colorao, Aguas de Teror, la empresa Cicar, el SAR (Servicio Áreo de Rescate del Ejército), el baloncestista Sergio Rodríguez, el deán de la catedral de La Laguna Julián de Armas, la exalcaldesa de La Graciosa Margarita Páez Margarona, el astrofísico Garik Israelian, el servicio de información meteorológica de la Televisión Canaria y el directivo de la Real Federación Española de Fútbol Juan Padrón Morales. Tras recibir todos ellos (a excepción de Sergio Rodríguez, en su lugar acudió su padre) el galardón de manos del presidente del Gobierno autonómico, Paulino Rivero, y en presencia del vicepresidente regional, José Miguel Pérez, el científico Sergio Moreno destacó que “la creatividad es una cualidad inherente a la especie humana” y que para un músico como Siémens, no hay nada comparable a una obra musical; para un artista como Álamo, una obra pictórica; y, para él “la emoción de resolver un problema difícil de la ciencia con una idea brillante”. “Les aseguro que cuando eso sucede es algo maravilloso”, subrayó.

Moreno , que trabajó en el Reino Unido con Paul Nurse -premio Nobel de Medicina o Fisiología 2001- en la regulación del ciclo de división celular, señaló que “las células son los ladrillos de la vida, y los últimos 28 años de mi vida los he dedicado a comprender como se construye la vida, en un trabajo lento pero excitante”. El investigador grancanario defendió que los artistas y los científicos “·son la base imprescindible para ser un país moderno” y enfatizó que gracias a la educación pública se ha producido un verdadero ascenso social, por lo que abogó por que se mantenga ese apoyo institucional.

Moreno dedicó el premio a su madre, que murió de forma prematura cuando él tenía 13 años, y también a su padre, presente en el acto de anoche, y a su familia, y para los profesores que tuvo en la Universidad. Glosó, además, a sus otros premiados, y, así, de Lothar Siémens dijo que “ha sabido proteger y difundir la riqueza musical de las Islas”, con una ingente tarea como musicólogo y etnólogo, “cuyo trabajo hunde sus raíces en el mundo aborigen”.
De Fernando Álamo afirmó que su registro pictórico “gusta tanto a los profesionales como al público en general”.El artista canario agradeció, en uno de los videos proyectados en el acto, el galardón. “Tras muchos años mostrando mis obras por medio mundo, este premio me llena de orgullo y de una satisfacción personal muy grandes”, comentó.

El acto comenzó con el espectáculo Pieles, canto al trabajo, en el que intervinieron artistas, músicos, videocreadores y artesanos de las siete islas, bajo la dirección artística de Jonathan Rodríguez. Como colofón estaba previsto que un coro de voces blancas, formado por 75 niños, interpretara el Himno a Canarias, procedentes de cuatro coros de la capital tinerfeña, pero la masiva manifestación contra los sondeos en el exterior del teatro llevó a los organizadores del acto a suspender este broche final.