Los jóvenes ponen cal en la caleta para impedir los resbalones. / DA
NORBERTO CHIJEB | Güímar
La costa está siendo el verdadero quebradero de cabeza del tripartito que gobierna Güímar justamente desde hace un año. Las quejas se han sucedido en El Socorro, en El Puertito y ahora también en los núcleos del litoral de Agache.
No obstante, hay que reconocer que muchas se esas demandas ya han comenzado a ser atendidas por operarios municipales; que sin ir más lejos, la semana pasada se comenzaron a arreglar y pintar algunas paredes y parques de La Caleta y La Puente.
Sin embargo, a la espera de que esas obras lleguen a su barrio, un grupo de vecinos de El Tablado, ha vuelto a retomar su situación de indignación al ver que las promesas del actual grupo de Gobierno se quedan solo en eso, promesas.
Los vecinos recuerdan que el verano pasado, por arte del responsable de obras, Sixto Alfonso, se les comentó que mientras no terminaran los trabajos en los colegios no podía acometer ninguna obra, pero ha pasado un año y nada se ha hecho.
Poco después, la alcaldesa Carmen Luisa Castro, comprobó in situ que “la laja de nuestra mal llamada playa corría un peligro inminente por la falta de mantenimiento. Los estampidos de la gente que desconoce el lugar, están a la orden del día y seguramente será cuando ocurra una desgracia de lesiones cuando la Corporación actúe”, afirma Gerardo, uno de los vecinos afectados de la zona.
“Entendemos que un gobierno donde se actúa por orden de criterios de votos, es difícil, pero El Tablado no aguanta más, las escaleras se las lleva el agua porque nunca se anclaron bien, los jóvenes las rescataron del fondo hace cinco meses y duerme el sueño de los justos; las barandillas, por el azote de las olas, están oxidadas y con riesgos de cortes. Las escaleras, de nuestra modesta caleta, son tuberías de de agua de consumo”, señala cuando se refiere e la zona de baño en lo que allí denominan “playa o caleta”, aunque en realidad es la salida de un barranco, como se pudo demostrar con las riadas que se sucedieron allí los primeros días de diciembre.
Además, un colectivo de jóvenes han solicitado una reunión con la alcaldesa, en la que también quieren pedirle un local, porque el único que hay “está destinado exclusivamente para los jóvenes de la tercera edad”.