YAZMINA ROZAS | Santa Cruz de Tenerife
El Cabildo ha aportado una inversión total de 60.000 euros para colaborar en dos proyectos sociales que Cáritas Parroquial de Santa María de Añaza realiza en este barrio santacrucero, y que ayer se formalizó con la firma del convenio entre el consejero insular de Bienestar, Sanidad y Dependencia, Aurelio Abreu, y el párroco del barrio, José Félix Hernández.
En concreto, la Corporación insular aportará 35.000 euros para el proyecto Apadrina una familia, en el que 20 trabajadores sociales “hacen un acompañamiento semanal a 20 familias del barrio desde dentro del hogar para conocer su realidad, y viendo la situación se va trabajando con ellos a través de un sistema de incentivos”. Por ejemplo, explicó, “si en la casa hay que hacer algún tipo de arreglo, nosotros ponemos la pintura y si ellos cubren ese objetivo pues pasamos a otro, y cubrimos algún recibo de luz o agua, o el comedor escolar…”.
El objetivo es ofrecer a las familias una atención socio-educativa con actividades preventivas y de integración para el mantenimiento del hogar, la organización de la economía doméstica y el uso y disfrute del ocio y el tiempo libre. “Con este convenio se podrá hacer un seguimiento más efectivo, emplear a los trabajadores sociales y contar con más recursos para atender a las familias”, apuntó el párroco.
El segundo proyecto, Centro Juvenil APJ, Añaza por sus jóvenes, recibe una subvención insular de 25.000 euros. “Vimos que había una población en la calle de jóvenes de entre 18 y 30 años sin hacer nada y propusimos un proyecto de formación para el empleo y gestión del tiempo libre. Están una media de seis horas con nosotros, tratamos de robarle el máximo tiempo posible a la calle”.
Animador
Con la aportación del Cabildo se podrá contratar un animador sociocultural en jornada completa, así como acondicionar el local y proveer de material. Con este proyecto, “se atenderá a una media de 20 jóvenes para desarrollar competencias, habilidades sociales, reducir el fracaso escolar, proporcionar alternativas de ocio y convivencia saludable y oportunidades de inserción laboral”, apuntó Abreu.
“Estamos muy contentos, porque los jóvenes tienen una actitud muy constructiva, mucha disponibilidad y ganas de aprender y hacer cosas. Y este convenio da un empujón al proyecto”, enfatizó el párroco. El consejero destacó que “estas pequeñas acciones de ámbito local son un ejemplo” para trasladar a cualquier rincón de Tenerife.
Hernández recordó que en este barrio santacrucero la parroquia y Cáritas también han puesto en marcha un huerto urbano de 3.000 metros cuadrados que ayuda en la alimentación de un centenar de familias, así como el proyecto de Mujeres de Añaza Emprendedoras, que supone un entrenamiento práctico y formativo a mujeres del barrio.