Carlos Alonso celebra su candidatura con Paulino Rivero, Ricardo Melchior, José Manuel Bermúdez y Fernando Clavijo. / DA
VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife
Una ovación de aplausos y vítores que duró varios minutos. Fue lo que escucharon los periodistas antes de que se les permitiera entrar en la sala de reuniones de CC de Tenerife. El Consejo Político Insular designaba así a Carlos Alonso como candidato a presidir el Cabildo de Tenerife. Un cargo que ya ocupa desde la marcha de Ricardo Melchior, quien ayer no disimulaba su alegría porque fue él quien fichó en 2001 a Alonso para CC y quien lo impulsó a este liderazgo actual.
“Esta candidatura está meditada y debatida por los 31 comités locales, y votada por unanimidad y aclamación, en lo que constituye una nueva forma de tomar las decisiones en el partido”. Con estas palabras anunció el acuerdo adoptado el presidente insular de CC, Fernando Clavijo, en una rueda de prensa junto a los también dirigentes de esta formación Francisco Linares, Ana Dorta y Rosa Dávila, y el propio Alonso.
El ya candidato oficial se propuso ilusionar a los tinerfeños con un proyecto político (“no personal, sino del partido”) que quiere construir “entre todos”, para que además se convierta en “un movimiento de la Isla para hacerla avanzar”, creando “nuevas oportunidades de empleo y más crecimiento económico”, pues dijo que hay que “centrarse en el mayor problema”: el paro.
“Todo con los tinerfeños y nada sin los tinerfeños”, proclamó como una arenga un Alonso al que se le veía sudoroso por el calor ambiental y humano que se recibía en el cuartel general de CC. Preguntado por este diario sobre los malos resultados electorales de CC en las europeas (en el área metropolitana fue quinta, tras Podemos e IUC), respondió que “la gente ha transformado su desencanto en protesta, y ahora CC tiene que generar ilusión, pues los ciudadanos en las elecciones locales votan por ilusión”.
El aspirante, que es licenciado en Económicas y Empresariales, agradeció que CC, para su designación, haya usado “un proceso participativo sin precedentes en el partido”, con un “debate amplio” en todos los comités locales, porque “la situación económica requiere de nuevas formas para dar un impulso a la Isla”. Una decisión, la de su nombramiento, que, a su juicio, “se toma de abajo a arriba, que es el cambio político que necesita la Isla”.
Sin embargo, no lo ve así Fernando Ríos, alto cargo del Ejecutivo canario (comisionado para el Autogobierno y las Reformas Institucionales) y miembro de este Consejo Político. Aunque ayer ausente por estar de viaje, remitió una carta a Clavijo para que fuera leída en la reunión (cosa que no ocurrió) y la divulgó también en Facebook.
En su escrito, Ríos llega a advertir de que la elección de Alonso es “ilegal y nula de pleno derecho” porque se han “incumplido” los estatutos de CC al no haber sido convocada una asamblea insular o bien unas primarias. Ríos acusa a la dirección insular de “imponer a un candidato sin procedimiento para elegirlo” y de un “apagón informativo de unos años para acá sobre la gestión del Cabildo”, por lo que entiende que los militantes y dirigentes “no tienen la información necesaria para pronunciarse sobre la idoneidad” de Alonso.
En conclusión, para el comisionado en CC“no hay regeneración democrática ni en la forma ni el en fondo”. Preguntada al respecto por DIARIO DE AVISOS, Dávila dijo que a la dirección insular le “entristece” que Ríos haga estas críticas no en los órganos del partido sino en público, y, sobre el fondo del asunto, explicó que los estatutos en este caso remiten un reglamento de participación aún sin desarrollar, por lo que el comité permanente insular optó por aplicar el artículo 86 que mandata a consultar a las bases, y para ello se ideó “un mecanismo único e inédito, sometiendo a debate la candidatura en las asambleas locales”. Dávila añadió que CC en Tenerife es partidaria también de “dar voz” a las bases para la lista al Parlamento canario.
Uno de los más satisfechos ayer era Melchior. “Siento una alegría muy grande, porque la candidatura de Alonso era un deseo mío, no personal, sino para Tenerife, pues tiene la cabeza bien amueblada y espero que los ciudadanos valoren su gestión”, manifestó el exmandatario, con semblante relajado y sonriente.