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La crisis se siente en los parques nacionales

   
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SARAY ENCINOSO | Santa Cruz de Tenerife

Cuatro escenarios geológicos únicos y cuatro espacios fundamentales para que Canarias sea uno de los principales puntos en el mapa mundial de la biodiversidad. Los parques nacionales que alberga el Archipiélago -el Teide, Timanfaya, la Caldera de Taburiente y el Garajonay- son un reclamo para biólogos y otros científicos, pero también para millones de turistas que cada año aterrizan en alguna de las Islas buscando el contraste entre la naturaleza y la costa. Lo corroboran las cifras oficiales: el número de visitantes se ha multiplicado por tres entre 1989 y 2013, según datos del Instituto Canario de Estadística (Istac). De los poco más de dos millones de personas que se adentraban en alguno de estos parajes hace 24 años se ha pasado a casi 5,9 millones. Pero, ¿es el mejor registro del Archipiélago?

Hasta el año 2006 el aumento de visitas a estos espacios se mantuvo constante salvo pequeñas caídas. Ese año se registró una cifra récord -6,5 millones de personas accedieron a alguno de los parques-, pero a partir de entonces esa tendencia ha cambiado. En siete años se han contabilizado 622.490 visitas menos. La afluencia de visitantes ha caído en todos los parques desde 2006. Timanfaya ha perdido más de 300.000 visitas, La Gomera más de 20.000, el Teide más de 250.000 y la Caldera ha experimentado una tenue subida.

El Parque Nacional del Teide es el más visitado con diferencia y proporcionalmente siempre mantiene la misma distancia con el resto: la mitad de quienes acuden a parques nacionales en las Islas eligen el Teide. En 1989 lo hacían un millón de personas; en 2013, tres millones de los seis que se registraban a nivel global en las Islas.

Los datos de La Palma, no obstante, no cuadran con los registros que efectúa la propia Dirección del Centro, que ha sentido un notable retroceso en las visitas durante los últimos años, reflejado en las memorias que anualmente edita. El director conservador de este parque, Ángel Palomero, explica a DIARIODEAVISOS que la situación económica ha influido, pero además ha detectado dos hitos que han incidido directamente sobre el volumen de usuarios: la regulación del acceso a la Cumbrita y el drástico recorte de conexiones aéreas con la isla. “Ahora llegan muchos cruceristas, pero menos personas con tiempo para visitar a fondo la isla”, apunta. Para Palomero la conectividad es la clave: “Si no hay vuelos no hay turistas. En La Palma hemos pasado de tener 14 conexiones semanales con la península a tener solo cuatro”.

Un poco de historia
España es uno de los países pioneros en Europa en la apuesta por la protección de la naturaleza. La primera Ley de Parques Nacionales fue aprobada en 1916. El primer espacio en obtener esta distinción fue el Parque Nacional de las Sierras del Guadarrama; hoy existen 15 en todo el país: diez en la Península, cuatro en Canarias y uno en las Islas Baleares. Todos están integrados en la Red de Parques Nacionales.

El Parque Nacional de Timanfaya es el único del país que es eminentemente geológico y que es un ejemplo del volcanismo reciente e histórico de la región macaronésica. Las erupciones volcánicas que tuvieron lugar entre 1730 y 1736, y en 1824, dieron lugar a diferentes estructuras geomorfológicas de elevado interés vulcanológico. La ausencia de de vegetación, la extrema rugosidad de las formas y la variedad de colores -rojos, pardos, ocres, negros y naranjas- junto a la silueta de los volcanes y la abrupta costa, confieren al parque una extraordinaria belleza que hace que esta isla sea única.