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Futurología – Por José Miguel González Hernández

   

Empresa importante del sector selecciona tarotistas. No hacen falta conocimientos previos. Trabajo seguro. Contactar con el 6XX XXX XXX”. Pudiera parecer una broma, pero el anuncio es real. Personalmente, no me asombra la ocupación para la que se demanda el empleo, sino la apreciación en torno a los conocimientos, aunque también es cierto que, con todo el respeto, eso de predecir a través de las ciencias ocultas no parece un método muy científico, aunque predecir el futuro tampoco es posible. Se condiciona, se vislumbra, se establecen causalidades probabilísticas, pero lo de la certeza absoluta, nada de nada. Incluso pudiera suceder que otorgándole probabilidad segura a un suceso, al conocer su ocurrencia, se decida hacer algo por evitarlo. No se preocupe, que no vamos a convertir esto en un consultorio dedicado a la cartomancia. Ni siquiera a la quiromancia o a la aeromancia. No creemos que sean muy útiles. O más que útiles, fiables.

Lo que haremos son proyecciones en torno al dato que recientemente se ha dado por parte de empresas de referencia mundial sobre la previsión de tasa de paro en España. De ella se ha dicho que en cuatro años se situará en el 14%. Vayamos por partes, como diría Jack el Destripador. Actualmente, la tasa de paro oficial en España, la de la Encuesta sobre la Población Activa del Instituto Nacional de Estadística mundialmente reconocida y aceptada, se sitúa en el 25,93%. Recordemos que la tasa de paro se obtiene a través de una simple división entre la población que, queriendo y pudiendo trabajar, no consigue un empleo entre la población económicamente activa (que tiene más de 16 años y busca activamente empleo, aglutinando tanto a las personas que lo han obtenido como a las que no).

A partir de esos datos, hagamos supuestos para poder alcanzar la cifra de tasa de paro deseada que se ha explicitado. En nuestro país, el número de personas que activamente busca un hueco en las relaciones laborales es de 22,88 millones de personas, de las que 16,95 millones lo han conseguido y 5,93 millones no. Supongamos que la población activa se mantenga inamovible durante los cuatro años.

Eso significa que de los 38,48 millones de personas que tienen más de 16 años ninguno de los 22,88 buscará activamente un empleo. Entonces, llegar al 14% de tasa de paro significa crear 2,73 millones de empleo (683.000 al año).

Obviamente, el empleo no surge de forma espontánea. Lo debe habilitar el crecimiento económico. Suponiendo que la intensidad de empleo es cero (lo que es mucho suponer en un país con productividad tan baja), el porcentaje de variación del empleo es exactamente igual a la tasa de variación del PIB y el crecimiento de la economía debería cifrarse en un 4,9% anual y sostenido.

Esta cifra, tomando una serie histórica de los últimos 34 años, sólo se ha alcanzado, y sobrepasado incluso, en 1987, 1988, 1995 y 2000. Es decir, ni ha sido muy recurrente la cifra, ni se ha mantenido a lo largo de un horizonte temporal tan amplio. De ahí que, siendo el escenario más deseable, parece muy poco probable, por no decir imposible.

Otra opción es la de aumentar el denominador sin tocar el numerador. O sea, que se incremente de forma importante la población activa. Para que ello sucediese, tendrían que aparecer, en lo que a la búsqueda activa de trabajo se refiere, nada más y nada menos que 19,5 millones de personas más en cuatro años. O lo que es lo mismo: ni con la población actual valdría, pues tendrían que haber nacido 3,8 millones de personas más hace 16 o más años, y además toda ella debería estar buscando activamente empleo.

Como podemos ver, ambos escenarios son poco probables, y mucho menos con el nivel de implicación en lo que al crecimiento económico tienen los procesos de inversión y consumo, tanto públicos como privados. Por eso, cuando se establecen expectativas, mejor analizarlas y no comprar a la primera lo que nos intentan vender. Simple lógica y conocimiento.

*ECONOMISTA