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Impuestos – Por Francisco Pomares

   

Soy fiesta, y mañana regalo. Después de siete años de apretarnos las clavijas, el país se para unas horas para mirar de frente a la Historia. Vale. Creo yo que anda el personal mucho más pendiente de la copa que de la corona, pero así son las cosas. Pasada la fiesta, el Gobierno nos va a reducir el IRPF (no el de esta campaña que ya está kaput), sino el de la próxima, un par de meses antes de las elecciones, para poder decir que cumplió con su promesa de bajar los impuestos, después de haberlos subido en mas de 40 ocasiones.

La mayoría de la gente que tiene un trabajo percibe que el impuesto más importante que paga es el de la renta. Pero no es así: la inmensa mayoría de los españoles pagan más por el IVA que por el IRPF, aunque no se dan cuenta. Sólo los que ganan muchísimo dinero pagan más IRPF que IVA. Porque todo lo que compramos, lo que consumimos, los servicios que recibimos, todo paga IVA y en Canarias IGIC, con tipos bastante más reducidos, por eso del diferencial. El IRPF es un impuesto progresivo: pagan más los que más renta tienen. Por ejemplo, si uno gana 800 euros al mes, tributa sobre el dos por ciento. Si uno gana 6000 euros al mes, tributa el 40 por ciento. Con el IVA no ocurre lo mismo: si uno gana 800 euros y acude al dentista, tiene que pagar el 21 por ciento de IVA. Si uno gana 6.000 euros y acude al dentista, tiene que pagar el mismo tipo, el 21 por ciento.

Pero al grano: la decisión del Gobierno de reducir el IRPF en todos sus tipos es una decisión exclusivamente electoral. No responde a haber cuadrado las cuentas del Estado, al contrario, el desfase entre lo que se ingresa y lo que se gasta sigue creciendo. El Gobierno de la Nación recauda al año algo más de 175.000 millones de euros, que reparte entre las distintas administraciones. Para hacer frente a sus gastos, que son 170.000 millones se queda “solo” con 125.000 millones, con lo que todos los años asume un déficit de más de 40.000 millones, además de lo que le cuesta pagar la deuda. Cuando se fue Zapatero, la deuda española no alcanzaba los 600.000 millones. Hoy es de un billón de euros, el PIB del país. Las cuentas no están cuadradas ni mucho menos. Pero Rajoy ha decidido regalarnos una bajada de impuestos. No a los que peor lo pasan. A todos los que tributan IRPF, ganen lo que ganen.

Personalmente creo que es una insensatez y una vergüenza. Está bajada de impuestos agrava la desigualdad social.