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Inglés, almuerzo y gimnasia

   
José Miguel Pérez, durante una comparecencia en el Pleno. | DA

José Miguel Pérez, durante una comparecencia en el Pleno. | DA

JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife

Avalada por el éxito cosechado el año pasado, la Consejería de Educación repetirá a partir del próximo mes de julio su pionero proyecto de inmersión lingüística, que incluye la apertura de los comedores escolares durante el verano. En esta ocasión, además, el departamento que dirige José Miguel Pérez ha decidido dar un paso más, y contratará monitores de educación física y personal adecuado para la atención del alumnado con dificultades de movilidad.

El propio consejero y vicepresidente del Ejecutivo autonómico lo confirmó ayer en el Pleno del Parlamento, donde aseguró que en esta edición se incorporan acciones de mejora propuestas por los agentes implicados en el desarrollo de esta actividad el pasado año, tales como la ampliación de la oferta y la inclusión de los referidos monitores de educación física. Estos, tal y como se hizo el año pasado, serán seleccionados a través del Servicio Canario de Empleo y “contarán con la formación y el material necesarios para el desempeño de su tarea, que les serán ofrecidos por la Consejería”, recalcó José Miguel Pérez.

El consejero aseguró que el perfil del personal a cargo de los escolares será el de monitores de inglés con acreditación de nivel B2 en esta lengua, de educación física y actividades de animación sociocultural con el mismo nivel, a ser posible, y auxiliares educativos para el alumnado con dificultades de movilidad y para quienes presentan necesidades educativas especiales. “Todos ellos deberán, además, acreditar la competencia pedagógica pertinente”, insistió el vicepresidente del Gobierno canario.

En cuanto a los centros de cabecera que participarán en el proyecto, la Dirección General de Ordenación, Innovación y Promoción Educativa, ya cuenta con una relación provisional, que se convertirá en definitiva cuando los ayuntamientos hayan comunicado las obras de mejora que tienen previstas en algunos de los colegios propuestos. José Miguel Pérez señaló que los grupos se conformarán con ratios máximas de 15 alumnos, de tal manera que “cumplamos con el doble objetivo, pedagógico y social, que perseguimos al organizar estas actividades”, manifestó el consejero de Educación, quien recordó que esta iniciativa “contribuye a uno de los objetivos fundamentales del Gobierno de Canarias, consistente en mejorar la competencia del alumnado en lengua extranjera y la promoción de la competencia social que permite compensar las desigualdades”.

El titular del departamento autonómico confesó que la Dirección General de Ordenación, Innovación y Promoción Educativa del Gobierno de Canarias maneja aún cifras provisionales de inscripción, dado que se ha ampliado el plazo de inscripción en los centros educativos hasta mañana y, a partir de ese momento, “todavía puede haber incorporaciones gestionadas en y por los ayuntamientos del Archipiélago”.

El Ejecutivo canario había calculado que un máximo de 11.500 niños asistirían a los comedores escolares este verano, casi el doble de los que se beneficiaron de esta experiencia pionera el pasado año (unos 6.000). Sin embargo, las últimas cifras que posee la Consejería de Educación apuntan a que solo unos 5.000 menores se han inscrito hasta ahora en estos talleres de inmersión lingüística.

El motivo de esta baja afluencia, según algunos directores de centros participantes, es la “falta de planificación y organización” de la Consejería, quien pretende mantener el proyecto al menos un año más.

Un tajante rechazo al posible ‘copago’
Refiriéndose a las declaraciones del ministro de Educación, José Ignacio Wert acerca de un posible copago educativo en los niveles de enseñanza no obligatoria, el consejero José Miguel Pérez se mostró tajante a la hora de afirmar que “rechazaremos su introducción en la educación española y, en cualquier caso, impediremos su implantación en Canarias”.

Para el vicepresidente regional, “se trata de la vieja pretensión del conservadurismo radical de corte anglosajón, cuyo rancio fondo clasista tiene ya bastantes lustros”. Pérez recordó que un adecuado sistema impositivo permite hacer efectivos los derechos básicos de todos los ciudadanos, “pero el PP pretende modificar el sistema reduciendo los impuestos para las mayores rentas y, simultáneamente, quiere obligar a las familias a pagar dos veces por la educación”.