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“La Isla está mejor preparada ahora para afrontar un incendio”

   
José Antonio Valbuena. | S. M.

José Antonio Valbuena. | S. M.

J. M. | Santa Cruz de Tenerife
Foto: SERGIO MÉNDEZ

Desde hace varios años, el Consorcio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de la isla de Tenerife lidera el proyecto Heritprot. Esta iniciativa, de la que forman parte otras nueve ciudades europeas, tiene como fin la elaboración de un manual de buenas prácticas para preservar y proteger a las ciudades Patrimonio de la Humanidad. De hecho, el documento ya ha sido redactado y se presenta la próxima semana en la ciudad de La Laguna. Al respecto, el consejero de Seguridad del Cabildo de Tenerife, José Antonio Valbuena, destaca lo aprendido a través del proyecto, que está cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). Su puesta en marcha ha sido posible gracias al programa Interreg IV, y asegura Valbuena que la isla de Tenerife está ahora mismo “mejor preparada” para hacer frente a un incendio.

-¿En qué ha consistido el proyecto europeo Heritprot y cuál ha sido su principal objetivo?
“El objetivo que tiene es que nueve ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad ponen en común sus experiencias para diseñar un conjunto de buenas prácticas enfocadas a prevenir y actuar de forma más eficaz ante un incendio en algún inmueble histórico. Son ciudades que tienen como valor común que han sido reconocidas por la Unesco y eso les da un plus de responsabilidad a la hora de proteger. Además son localidades que han tenido algún incendio en los últimos años. En Tenerife, de épocas más recientes, tenemos el del obispado, y anteriormente, en la iglesia San Agustín. Eso nos ha servido para hacer un análisis de las cosas que no se han hecho bien y a partir de esos errores generar propuestas para mejorar en prevención y actuación. A raíz de eso, se encomienda al Consorcio de Bomberos de Tenerife la figura del líder del proyecto, de coordinador, que ha tenido que generar todos los trabajos necesarios, lo que ha sido un reto importante. Hay que destacar que la información en zonas históricas y la documentación práctica de lo que hay que hacer era muy escasa, muy difuminada, no actualizada y supuso tener que generar desde cero una metodología de trabajo. También teníamos el reto de conciliar formas de trabajar de países tan dispares como Rumanía, Reino Unido, Lituania o España, con estructuras muy distintas”.

-Exactamente, ¿cuál ha sido el papel que ha jugado Tenerife en esta iniciativa?
“Desde Tenerife teníamos que diseñar una metodología aceptada por todos los socios y teníamos que diseñar ese guión. Al principio, fueron bastantes meses de estar perdidos hasta que dimos con la tecla adecuada, de saber cómo había que trabajar y el punto donde debíamos llegar, pero al final lo elaboramos. En los primeros meses detectamos que había mucho de mirarnos el ombligo y que los demás aprendieran, hasta que no logramos quitarnos eso, mirar hacia adelante, reconocer nuestros errores y poner soluciones. A los seis meses dimos con eso y se logró avanzar. Redactamos ese conjunto de casi 100 buenas prácticas que se han distribuido en seis grandes capítulos. Un primer bloque está dedicado a analizar buenas prácticas generales para que tenga mejor capacidad de respuesta ante un incendio y desde el punto de vista preventivo. Una segundo bloque recoge planes de contingencia, donde analizamos cómo hay que actuar en un edificio desde un punto de vista preventivo. En el tercer bloque se analizan buenas prácticas en el caso de detectar un incendio. El cuarto se dedica a propuestas de mejora para las tramas urbanas. El quinto está enfocado a mejorar la formación de agentes y población y el sexto rec aglutina aspectos legales. Hemos logrado que no sea tanto de burocratizar, sino que fuera práctico. Un elemento novedoso son los planes de salvaguarda de edificaciones. Se hace una catalogación de los bienes muebles, donde se prioriza. Ta,bien se recoge, cuando haya un incendio, los primeros elementos a rescatar, dónde están, los recorridos a realizar, las personas que se necesitan, etc. Con esto se adelanta tiempo desde que se decreta el incendio hasta que se llega. Así no hay que estar tomando decisiones sobre la marcha”.

-¿El proyecto está enfocado solo para proteger La Laguna o todo Tenerife?
“Dentro del programa europeo entendimos que era necesario consultar lo que Europa considera como expertos. Para ello contactamos con grandes ciudades como París o Florencia para ver cómo estaban preparadas. Nuestra sorpresa es que no tenían nada desarrollado. Lo bueno es que estas buenas prácticas que hemos redactado son perfectamente desarrollables en París como en La Orotava porque surgen del estudio comparativo de ciudades tan dispares como Liverpool o La Laguna. Se ha hecho un esfuerzo para buscar sobre los problemas comunes, las soluciones aplicables en un caso y en otro. A las jornadas de la próxima semana se ha invitado a los municipios y cabildos para que conozcan este manual y decidan adoptarlas. Todas las ciudades son importantes y en todas hay que actuar. Son buenas prácticas que se pueden implantar en cualquier ciudad histórica”.

-¿Cuánto tiempo se ha estado trabajando y qué resta por hacer?
“El tiempo que se lleva trabajando son dos años. De trabajo intenso y conciliar muchas posiciones. El programa de la UE nos exige terminar con un programa de implementación. Ya tenemos las buenas prácticas y tenemos que ver cuales tenemos implementadas y el resto ver cuándo se podrán llevar a cabo. Falta eso en los municipios que forman parte. Hay posibilidad de realizar un segundo proyecto. Tenemos que tener presente que es uno de los diez proyectos más relevantes de la UE. Esperemos que podamos tener una continuidad”.

-¿Qué ha aprendido Tenerife en este proyecto?
“Ha aprendido desde el punto de vista de salvaguarda, de formación. Hemos aprendido el concepto de formación ciudadana, el saber optimizar todos los elementos, a optimizar nuestros recursos. Podemos afirmar que si tuviéramos un accidente como el del obispado nuestra capacidad de respuesta sería mejor”.

-¿Estamos entonces ahora mejor preparados para hacer frente a posible incendios en inmuebles históricos?
“Sí, desde los medios y los conocimientos. Es necesario tener los medios y saber cómo manejarlos. Ahora estamos mejor preparados. Conocemos las prioridades y nuestra capacidad de respuesta es mayor”.

-¿Cómo ha sido la implicación de los trabajadores en esta iniciativa europea?
“Buena. En principio lo que hemos dado un proyecto de continuidad. Se buscó la continuidad y por ello se han encargado dos personas, que han estado trabajando. Además, se ha implicado al resto del personal del parque de bomberos de la Laguna. Ha sido un trabajo duro, pero de motivación. Un proceso productivo y una implicación interesante porque han visto que les ha supuesto algo. Saben que tienen algo distinto y cómo hay que actuar. Necesitamos la colaboración de los profesionales, sin ellos hubiera sido imposible”.