TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife
El fiasco de una instrucción que no justificó debidamente las escuchas telefónicas a los sospechosos ya se ha traducido en sentencia en el caso de una narcopatera interceptada en la costa lagunera que condujo hasta una armerÃa ilegal en Santa Cruz de Tenerife. La impericia referida fue esgrimida por abogados defensores como los tinerfeños Avelino MÃguez y Mila Pacheco con un acierto tal para sus clientes que las cifras confirman: de veinte acusados sólo siete han sido condenados; de los 130 años de prisión solicitados en su dÃa por la FiscalÃa, la sentencia dictada ahora por la Sección Quinta de la Audiencia provincial sólo impone 25 años.
Varios son los aspectos llamativos de este proceso, ya de por sà espectacular dado lo concurridÃsimo del mismo. Por lo que respecta a la narcopatera, fue en horas de la madrugada del 12 al 13 de diciembre de 2012 la policÃa judicial procedió a la incautación de un cargamento de hachÃs constituido por un total de treinta y nueve (39) fardos que contenÃan 11.700 tabletas de hachÃs, con un peso total de 1.167,72 kilogramos netos, con una riqueza del 12,2 % del principio activo tetrahidrocannabinol y con un precio de 1.799.456’52 euros en el mercado ilegal de consumidores de Tenerife. Cargamento que habÃa sido transportado hasta la playa del Roque del Espinal, sita en la zona de La Barranquera de la localidad de Tejina del municipio de San Cristóbal de La Laguna, en una embarcación neumática tipo Zodiac de cuatro metros de eslora, dotada de un motor fueraborda marca Yamaha de 40 c.v. de potencia, tripulada desde las costas africanas.
Para defenderse
Esta narcopatera condujo a una armerÃa ilegal sita en un barrio santacrucero donde el responsable de todo el grupo acudió comprar armas para defenderse de los robos de otros narcotraficantes, ya que en mayo de 2012 le habÃan sustraido otro cargamento, siempre según los datos recogidos en la sentencia.
Pues bien: sólo aquellos que reconocieron en el plenario encotrarse en la referida costa lagunera aquel dÃa han sido condenados, por cuanto las averiguaciones previas a esa intervención de la Guardia Civil son nulas al devenir de las escuchas no fundamentadas.
Asà las cosas y tal y como adelantó en su dÃa este periódico, hasta 13 de los acusados resultaron absueltos, mientras que al resto se le rebajaron las penas de forma considerable.
El principal perjudicado sigue siendo el responsable de la red, a pesar de que ya ha salido en prisión condicional. Bien librado está, ya que su condena es de cinco años de cárcel, motivadas por una cantidad de hachÃs que se encontró en un registro domiciliario y por las armas de fuego que compró para protegerse.
Un arsenal
Precisamente es el propietario de la armerÃa clandestina otro de los condenados, con tres años de prisión por un delito de depósito de armas. Sobre este caso cabe apuntar que en la vivienda en cuestión se hallaron carabinas de 9 milÃmetros marca Destroyer, del calibre 22 marca Bronco y del calibre 7-57 de la marca Santa Bárbara. También habÃa escopetas del calibre 12 de las marcas Pointer, Beretta, LIG, VÃctor Sarasqueta y Zabala, asà como otras sin marca, alguna de 9 milÃmetros marca KL y otras del calibre 12-70 marca EGO. También habÃan cañones yuxtapuestos marca Ego calibre 12-70 y revólveres Smith&Wesson Eibarrés del calibre 38 y del calibre 44 Russian, además de otro marca Howard del calibre 38 Smith&Wesson. Como anécdota, apuntar que el aljibe de la vivienda habÃa sido trucado en sala de tiro.
Contra esta sentencia cabe interponer recurso de casación ante el Tribunal Supremo en los cinco dÃas siguientes a que sea notificada.
Mejor expulsados que en prisión
-A dos de los condenados en la sentencia dictada en la Audiencia provincial a cuenta del macrojuicio por la llegada de una narcopatera a La Laguna que acabó conduciendo a una armerÃa ilegal en Santa Cruz de Tenerife se les ha conmutado la pena de cárcel que les habÃa correspondido por la expulsión del territorio nacional. Se trata de dos varones de nacionalidad marroquà a los que se detuvo en la llegada de la embarcación con más de una tonelada de haschÃs, allá en diciembre de 2012. Al no poderse beneficiar por la nulidad de las escuchas ya que reconocieron su presencia en la cala en cuestión, han sido condenados a cuatro años de cárcel cada uno, pero el tribunal las cambia por la expulsión de España, a donde no pueden volver legalmente en los próximos ocho años, tal y como se recoge en la sentencia.