No hay mayor favor que hablarle a un paisano del vergel de belleza que son nuestras Islas Canarias. Sin embargo, en tiempos convulsos la identidad canaria puede derivar en una exaltación que nos nuble el juicio. Soy incapaz de mensurar la infinidad de costas en las que se han hecho prospecciones. Sà intentaré ser capaz de separar la demagogia de mis palabras. Las extracciones de petróleo son una práctica de la que nos hemos beneficiado como sociedad consumista. Si no nos ha producido ningún repudio cuando han sido realizadas en otros paÃses o continentes, ¿por qué nos produce ahora semejante rechazo la idea de que se puedan producir a 60 kilómetros de aquÃ? El interés general transciende a los canarios y debe incluir al resto de españoles. SerÃa deseable que el Gobierno de Canarias comprendiera este hecho. Basta de decir que las costas canarias se llenarán de piche, es falso que se haya autorizado la extracción de petróleo. Simplemente se ha autorizado unas prospecciones para conocer si hay o no petróleo y si este puede ser extraÃdo o no.
Estas cuestiones suponen un interés general para España y su riqueza. Por otra parte, el bien común trasciende a un gobierno o a una empresa. Mientras la mayorÃa está dándole golpes a calderos e insultando a Soria, no se hacen los suficientes esfuerzos para conocer qué rédito obtendrá Canarias. SerÃa más inteligente oponerse menos y negociar más. Cualquier estudio de un sistema complejo se realiza en base a probabilidades. Por esta razón no se puede hablar de certezas. Nadie puede garantizar que no ocurra una desgracia pero es una manipulación poner el énfasis en la existencia de peligro si este es altamente improbable. Asumir un mÃnimo riesgo por el bien común no es necesariamente una irresponsabilidad. El Gobierno y Repsol los han de asumir con responsabilidad, como acepta usted otros tantos al estar vivo o yo al escribir.