Imagen de una familia que huye de las zonas conquistadas por el Estado Islámico de Irak y Siria. / REUTERS
EUROPA PRESS | Londres / Bruselas
El Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) se ha hecho con el control de tres ciudades de importancia estratégica capital situadas en la frontera de Siria con Irak y que han anexado a la amplia porción de territorio iraquí que se encuentra bajo su control, según informó ayer la organización Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres y fuentes en el interior del país.
Tras capturar las ciudades de Muhassan, Albulil y Albuomar, los islamistas se encuentran más cerca que nunca del aeropuerto militar sirio de Deir al Zor y de la ciudad de Al Mayadin.
Si se hacen con el control de esta última y rematan la ofensiva en Abú Kamal, tendrán la práctica totalidad del área del río Eúfrates que enlaza Siria e Irak bajo su control, según el director del observatorio, Rami Abdurrahman
Deir al Zor es de por sí uno de los escenarios de combates entre Gobierno y oposición más importantes del conflicto, por no mencionar que desde ahí parten diariamente cientos de sirios a campos de refugiados iraquíes
Naciones Unidas anunció ayer que ha expandido sus operaciones en Irak para ayudar al millón de personas que han tenido que abandonar sus hogares como consecuencia de la ofensiva de las milicias islamistas en zonas del norte y el oeste del país durante este año.
La coordinadora humanitaria de Naciones Unidas en Irak, Jacqueline Badcock, ha recordado que muchas familias están necesitadas de comida, agua, refugio y letrinas, lo que supone un “desafortunado desafío” para las agencias humanitarias. Badcock también ha pedido en un comunicado que se facilite el acceso a los desplazados en las zonas tomadas por las facciones armadas del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS).
La ONU ha denunciado que la inseguridad en la zona y la escasez de reservas de petróleo están dificultando los esfuerzos para repartir suministro, por lo que se teme un brote de sarampión y diarrea. En concreto, la presencia del ISIS en Mosul desde hace aproximadamente diez días ha obligado a más de 500.000 personas a abandonar la localidad y a refugiarse en la zona del Kurdistán y en la provincia de Nínive, ahora bajo el control islámico. Aproximadamente el mismo número ha dejado la provincia de Ambar, en el este de Irak, donde los suníes ocupan las ciudades de Faluya y Ramadi.
El portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Adrian Edwards, ha calificado la situación como “caótica” y ha incidido en que ACNUR está tratando de ayudar a los refugiados.