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El sector turístico de Canarias necesita recuperar competitividad

   
PLAYA SUR DE TENERIFE-TURISMO

Imagen de una playa del sur de Tenerife. | DA

MARÍA FRESNO | Santa Cruz de Tenerife

El turismo ha sido y sigue siendo la principal actividad económica de Canarias. Su aportación al PIB regional en el año 2012 fue del 29,6%. Si a ello le sumamos los efectos inducidos, este porcentaje puede superar el 50%. Con estas cifras, el sector se perfila claramente como motor de la economía canaria. De hecho, y tras la caída de la construcción, se sitúa como único pilar económico del Archipiélago.

Por ello, la competitividad de la oferta turística, es decir, el poder de atracción en relación con otros competidores es vital para las Islas. Teniendo en cuenta estos factores, el Centro Atlántico de Pensamiento Estratégico (CAPTE), entidad independiente de partidos políticos y organizaciones empresariales, ha realizado un quinto informe donde analiza, precisamente, la competitividad del sector y profundiza en la necesidad de mejorarla porque, a pesar de la alta ocupación de los últimos años, ésta se debe a razones coyunturales producidas por la inestabilidad de otros destinos.

En este sentido, CAPTE identifica como principales ámbitos de actuación prioritaria para el Archipiélago: las infraestructuras turísticas, la modernización de la oferta alojativa (tanto a través de la rehabilitación como a través de proyectos nuevos), la oferta de ocio complementario y la calidad del servicio, añadiendo el clima en la promoción turística y los factores de seguridad y precio. Para ello, presentan 22 propuestas con las que aseguran que la madurez turística de las Islas solo es posible con una decidida estrategia de rejuvenecimiento que implique a los factores antes mencionados, teniendo en cuenta también el clima y la seguridad que ofrece Canarias. En el primer caso, el informe propone aprovechar más el factor clima y, en segundo lugar, trasladar la seguridad no solo a la baja criminalidad, sino a la seguridad médica. El informe también deja claro que el factor precio es importante a la hora de competir y que más gravámenes fiscales perjudican al sector.

La ley turística que limita las categorías hoteleras bloquea el crecimiento
El informe del CAPTE aborda un aspecto, polémico en los últimos meses, pero que considera esencial para conseguir, precisamente, la modernización de las infraestructuras turísticas, factor clave para una mejora de la competitividad. Pues bien, en este aspecto, el informe concluye que sería necesario que los nuevos proyectos turísticos puedan crecer acordes a las categorías demandadas, “y no basándose en regulaciones que no están soportadas por ningún tipo de estudio de mercado”. “El bloqueo al crecimiento alojativo (moratoria) que mantiene el legislador”, dice el informe, “radica en una confusión del desarrollo sostenible con el crecimiento cero, olvidándose de que no es necesario limitar por ley el crecimiento a determinadas categorías porque ya hay normativas, como las medioambientales”. Ello no quita, prosigue, que se haga un plan de turismo a largo plazo, donde se de seguridad jurídica a los inversores.
22 propuestas
Modernización. Debe adquirir un carácter estratégico, de manera que los fondos destinados a este fin vayan en consonancia con la competitividad que se pretende restaurar. Es importante despolitizar la figura de los consorcios de rehabilitación.

Oferta de ocio. Es necesaria su ampliación, ya sea con grandes proyectos, como parques temáticos, o a través de una nueva oferta comercial moderna, con mayor flexibilidad de horarios. Son necesarias medidas extraordinarias para potenciar la inversión en estos proyectos, catalogados de alto riesgo. Sería bueno cambiar este término por el de interés autonómico para determinados proyectos, con el fin de atraer proyectos empresariales.

Calidad en el servicio. Dos aspectos principales: formación profesional y disposición al servicio. es necesario la formación dual para el sector turístico y, al mismo tiempo, en cuanto al servicio evitar declaraciones o actitudes que puedan provocar aversión hacia el turista.