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Las vacaciones de niños saharauis dejan una deuda de 200.000 euros

   
El programa vacacional de los niños saharauis lleva desarrollándose en Canarias desde el año 1990. / DA

El programa vacacional de los niños saharauis lleva desarrollándose en Canarias desde el año 1990. / DA

JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife

Un total de 204 menores saharauis de los campamentos de refugiados de Tinduf llegarán la primera semana de julio al Archipiélago para pasar sus Vacaciones en Paz, en el marco del programa solidario puesto en marcha a principios de los 90 por las distintas asociaciones de Amistad con el Pueblo Saharaui de toda España. La crisis y, sobre todo, la falta de ayudas institucionales no han evitado que la iniciativa vuelva a salir adelante, merced a la implicación de las cerca de 130 familias canarias que acogerán a los niños.

Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos de muchas entidades y particulares, la Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui (Acaps), encargada de gestionar el citado proyecto solidario en el Archipiélago, sigue arrastrando una deuda de unos 200.000 euros desde 2012, una cifra que incluso ha llegado a poner en peligro la continuidad del programa, cuyo coste anual ronda los 140.000 euros.

Pese a todo, como explica el vicepresidente de Acaps y coordinador de Vacaciones en Paz, “con las distintas actividades que hemos venido organizando y la dedicación de las familias hemos conseguido cubrir de nuevo el presupuesto de este año, a pesar de que hemos tenido las mismas o más dificultades económicas”. Así, a partir del 2 de julio empezarán a llegar a las Islas los 204 menores saharauis, 137 de ellos a la provincia de Santa Cruz de Tenerife y 67 a la de Las Palmas. “Seguimos contando con escasas ayudas, pero estamos haciendo todo lo que podemos”, recalcó Alberto Negrín, quien además confirmó que la aerolínea argelina que fleta los vuelos en los que llegan los niños ha permitido a la asociación flexibilizar los pagos pendientes.

“El proyecto lo están manteniendo las familias, a las que les hemos tenido que aumentar la cuota que abonan”, recalcó el responsable del programa, que agradeció el “sobreesfuerzo” que vienen haciendo especialmente los últimos tres años. No en vano, en el último encuentro insular de familias acogentes fueron estas las que decidieron seguir adelante, aunque algunas confirmaron que no podrán asumir las deudas que arrastra Acaps. “Son las verdaderas protagonistas de este programa”, denotó Negrín, quien confió en que sigan repitiéndose durante mucho tiempo estas Vacaciones en Paz.

La desnutrición infantil, en alza

-La coordinadora estatal que gestional el Programa Vacaciones en Paz está planteando la posibilidad de ayudar a Canarias, donde el coste de los traslados es más elevado -Marruecos impide que los vuelos pasen por su espacio aéreo-, pero es algo que “está en el aire”, recalcan desde la Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui. El Archipiélago, por su cercanía geográfica y su historia reciente, fue desde el inicio una de las comunidades autónomas más fieles con la causa saharaui, hasta el punto de que en las últimas dos décadas familias de las Islas han acogido en verano a más de 12.000 menores de los campos de refugiados de Tinduf. Según distintas ONG, la reducción de la ayuda humanitaria ha provocado un aumento de la desnutrición infantil en la zona, que alcanza niveles muy altos. “Apenas nos llegan noticias por el bloqueo a la prensa, pero se ha incrementado la represión en las zonas ocupadas. Se siguen sin respetar los derechos humanos en los territorios saharauis, y Marruecos no encuentra oposición en la comunidad internacional. Tiene las manos libres para hacer lo que quiere”, concluyen desde Acaps.