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PUERTO DE LA CRUZ >

Una empleada municipal denuncia al edil de Empleo por acoso laboral

   

GABRIELA GULESSERIAN | Puerto de la Cruz

“Me llamo Carmen Candelaria Real Ramos, soy mujer de la limpieza del Ayuntamiento de Puerto de la Cruz y he presentado una denuncia contra el concejal de Empleo y Recursos Humanos, Luis Miguel Rodríguez (PP), por acoso laboral”. Así comienza el vídeo de YouTube en el que aparece como protagonista, denominado Acoso laboral y discriminación en el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz.

Carmen trabaja en el Consistorio desde 2003 y además de ser delegada sindical por UGT, fue la número 5 del Partido Popular (PP) en las últimas elecciones municipales, plancha que compartió con el citado edil, que ocupó el puesto número 3.

No cree que tenga problemas por utilizar esta red social “porque su único fin es que se conozca la verdad y este señor sea castigado como se merece”.
Para ella, “todo comenzó como un problema de partido”. “A él no le ha gustado mi forma de decirle las cosas y ha tomado una represalia”, comenta. El conflicto se inició entre finales de 2012 y principios de 2013 cuando el concejal la trasladó de su puesto en el área de Urbanismo a la Casa de la Juventud durante 15 meses, de los cuales “5 estuvo en la calle después de las 15.30 horas porque un compañero falleció y no tenía llaves para poder acceder al recinto”. Por esta razón presentó una denuncia en el Juzgado de lo Social que fue archivada, según el citado edil. “Después me envió a la sede de la nueva biblioteca, cuando ni siquiera estaba abierta y por lo tanto, no había nada que hacer”, continúa, y así una sucesión de casos que la llevaron en marzo de este año a denunciar su situación a la Inspección de Trabajo, “que comprobó que era cierta e interpuso al Ayuntamiento una multa de 6.000 euros” que según Rodríguez ha sido recurrida. Pero luego de todo eso, “me abrió un expediente sin siquiera darme una explicación por unas mentiras que le dijeron unas compañeras y que no solo me afectaron a mí sino también a otra persona que ganó la sentencia y cuyo expediente se cerró”.

Sin embargo, explica que no es su caso, dado que aún no se celebró el juicio, y por lo tanto, “si cometo un mínimo error me quedo seis años sin trabajo y sin sueldo”, declara a este periódico. Insiste en que no ha cometido ningún fallo laboral, “son diferencias de partido que se han trasladado a nivel personal y al trabajo” y por eso decidió por último interponer una denuncia por acoso laboral en el juzgado de guardia de La Orotava.

Asegura que nadie en el PP ha tomado cartas en el asunto pese a que ella y su compañera, también afiliada al partido, “fueron a mediados de 2013 a hablar con el presidente insular, Manuel Domínguez, y les prometió que iba a parar esto, pero a día de hoy no ha hecho nada”, subraya.

Rodríguez niega las acusaciones

-Luis Miguel Rodríguez (PP) no sólo niega las acusaciones de la Carmen Candelaria Real Ramos sino que, además, confirma que a día de hoy “no se le ha notificado ninguna denuncia”. El concejal de Recursos Humanos y Empleo del Ayuntamiento portuense explica que lo único que se produjo es “la movilidad funcional de una trabajadora, recogida además en el convenio colectivo”, para reforzar el servicio de limpieza en la Casa de la Juventud. Una decisión, según el edil, con la que la afectada “no estuvo de acuerdo y presentó una demanda en el juzgado”. Posteriormente, fue trasladada a este edificio “pero en lugar de hacer sus funciones se sentaba por fuera y por eso alguien avisó a la Inspección de Trabajo que levantó acta y sancionó al Ayuntamiento”. Rodríguez recalca que a esta empleada municipal, “con quien no ha tenido otro tipo de contacto porque además está alegada del partido”, “nunca se le han modificado las condiciones de trabajo, el sueldo ni el horario. No sé en qué se puede sustentar esa denuncia”, se cuestiona. Por otro lado, precisa que el expediente que se le abrió a ella y a otra compañera, fue como consecuencia de quejas de otras empleadas “por insultos” y por eso se nombró un instructor y éste concluyó que había que ponerles un apercibimiento.