El pasado 20 de febrero nos reunimos las once denominaciones de origen de los vinos de Canarias con el presidente del Gobierno, don Paulino Rivero, y el Consejero de Agricultura, don Juan Ramón Hernández, donde centramos nuestras demandas en dos temas: la ficha del Posei y nuestra propuesta de Decreto de Bodegas. A la fecha nada se ha resuelto y seguimos manteniendo una total indefinición. El Posei-REA, con que Europa financia el mundo agrario y alimentario canario, ha conseguido estabilizar hasta el 2020 su ficha anual de 268,42 millones de euros, que se mantendrán constantes durante este periodo. La modificación que intentó realizar el comisario Çiolos en el 2013 quedó paralizada, ello no impide sin embargo, aplicar la misma y en su propio contenido.
En lo que al sector del vino se refiere, es actualmente de los sectores incorporados en el Posei, el más desfavorecido. Y ello no sólo por las cuantías de las ayudas, en torno al 5% de la facturación del sector, cuando hay sectores Posei que se sitúan en el 50% de la misma y se pagan, sino porque ésta cuantía no se paga en el vino. Paga Europa, pero no Madrid ni Canarias, de manera que desde 2010 a la fecha llevamos ya acumulados impagos al sector del vino por cuantía total de 19,14 millones de euros, 12,44 millones al viticultor y el resto a bodegas y exportación.
Como le dijimos al presidente y al consejero de Agricultura, no es admisible esta discriminación entre sectores agrarios, y menos con ayudas públicas cuyo tratamiento solo puede ser homogéneo. Nadie tiene derechos patrimoniales sobre las mismas, que deben estar ligadas a la fecha a prioridades públicas y permitir evolucionar, como así se ha venido a reconocer con el REA, de conformidad con el marco legal europeo. No nos parece acertado ni justo estar detrás del problema “apagando fuegos”, como así vemos ahora también con el tomate, sin abordar los problemas de fondo. Igualdad ante la Ley.
El paso de Europa, con el Tratado de Lisboa, a situarse en la economía global, implicará la pérdida relativa de subvenciones, como ya está pasando en el mundo agrario canario, y la necesidad de liberalizar el mercado. Ofreciendo por ello simplificar y agilizar el mismo, reto que el Gobierno canario no asume, sino que viene impidiendo. En esta línea planteamos en la reunión referida al presidente y consejero de Agricultura, una propuesta de Decreto de Bodegas, para como nos señalaba el propio comisario Çiolos, poder desarrollar economías complementarias a las bodegas ligadas al turismo, como hace la enología en todo el mundo. El Gobierno no nos deja, al no ofrecernos el marco jurídico necesario. Esto no cuesta dinero.
Este cambio de modelo, desde una economía fuertemente subsidiada e intervenida, ya no es mantenible en el mundo global. Evolucionar en el medio agrario hacia un marco razonable de apoyos públicos, justificados en Canarias por su papel de región ultraperiférica y simplificar y liberalizar sus potencialidades. En el caso del vino, hacia el interior aprovechar las sinergias con el turismo y hacia el exterior apoyar la exportación del vino hacia “mercados de segmento”, que aprecien la singularidad de nuestros peculiares varietales prefiloxéricas. Es aquí donde debemos a medio plazo situar la mitad de nuestras ventas.
Exige este cambio de modelo, además de resituar el Posei-REA, el que nuestra Administración nos ayude, en lo que no cuesta dinero, Decreto de Bodegas y Ley de la Viña y del Vino, apoyo en la promoción del “mercado exterior” y en ámbitos más sectoriales debemos desde el propio sector acomodarnos a los tiempos.
Así, la actual estructura de los consejos debe desarrollarse colaborando a nivel regional, haciendo economías de escala y desarrollando sus ingresos mediante la prestación de nuevos servicios a bodegas y viticultores. Las Administraciones, desde fuera del sector, realizando sus funciones propias, sin competir ilegalmente con el sector.
*PRESIDENTE DE AVIBO Y DE
LA DOP ISLAS CANARIAS