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Fernando Berge: “Canarias necesita banca propia para no depender de decisiones tomadas fuera”

   
Fernando Berge Royo, en una imagen de archivo. / DA

Fernando Berge Royo, en una imagen de archivo. / DA

ROMÁN DELGADO | Santa Cruz de Tenerife

Fernando Berge Royo lleva casi toda su vida en la entidad financiera Cajasiete, con más de 50 años de existencia. Tras culminar una etapa de relevantes éxitos como director general, desde hace poco tiempo asume el puesto de presidente, en el que sustituye a Jerónimo Monje. En esta entrevista, Berge se refiere a ese proceso, a los planes de futuro de la única caja canaria y a cuestiones de actualidad relacionadas con la banca, las Islas y la salida de tan prolongada crisis.

-Parece que el buen momento de Cajasiete no tiene fin. Por favor, explique a qué se debe tanto crecimiento en Canarias y cuáles han sido las claves del aumento tan notable en número de clientes y depósitos.

“El modelo bancario que desarrollamos se denomina community banking, banca local o banca comunitaria, en el que la propiedad y la gestión están estrechamente vinculadas al territorio. Frente al modelo multimercado de los bancos globales, el nuestro está especializado en el ámbito territorial canario, con el objetivo de satisfacer principalmente las necesidades financieras de pymes y familias. Tenemos oficinas, captamos recursos e invertimos. Integramos a más de 40.000 socios canarios. Nuestro proyecto es canario y estamos aumentando la presencia en áreas urbanas. Trabajamos para favorecer la cohesión social y territorial ayudando a las pymes para que mejoren su competitividad y se vean apoyadas en el despegue económico. El de Cajasiete es un modelo social de banca que tiene un alto valor añadido y muchos componentes de banca ética. Estamos desarrollando el modelo de banca minorista que dedica un gran esfuerzo a la gestión del cliente y que alcanza las zonas rurales donde no llegan otras entidades, lo que contribuye a dinamizar económicamente esas áreas y evita la exclusión social y financiera. No es nada bueno ir a una situación con sólo grandes bancos. La experiencia demuestra que la diversidad, la dispersión y el reparto del riesgo son buenos y, por eso, creemos en los bancos locales, en este modelo de Cajasiete. Nosotros tenemos un carácter más local, más centrado en la región y, por tanto, mejoramos la calidad del servicio al cliente. Además, los riesgos son más manejables. Por eso, no tenemos la competencia de los grandes bancos. Ellos son muy diferentes de nosotros”.

-¿Qué han hecho bien, e incluso muy bien, para vivir una etapa de éxito en la peor coyuntura general de la banca española en mucho tiempo, tras el crash de septiembre de 2008?

“En todo este periodo de crisis, no hemos bajado la inversión crediticia. Seguimos prestando a nuestros clientes, principalmente a pymes y familias. No hemos cerrado el crédito; al contrario, estamos abiertos a nuevos proyectos viables y solventes. Nuestro objetivo es dar financiación a familias y pymes canarias, ya que todos los recursos que captamos los tenemos invertidos en las Islas. En estos tiempos, estamos demostrando que una entidad local, haciendo bien las cosas, es capaz de competir con los grandes bancos, y también que tenemos un sitio en el mercado. Nuestro objetivo es seguir aumentando de forma importante la cuota de mercado en los próximos años. Canarias necesita entidades financieras locales para tener autonomía financiera y así no depender, en este aspecto, de decisiones que se toman fuera. Éste es un valor en alza y Cajasiete está jugando su papel. Por eso, pedimos a todos los canarios que nos ayuden siendo clientes, que nos conozcan para que puedan valorarnos. Tenemos un proyecto regional que contempla la apertura de nuevas oficinas para poder llegar a más clientes y mejorar el servicio con nuestra forma diferente de hacer banca. Como afirma el Comité Económico y Social europeo, las entidades con mayor arraigo local y con menor exposición al riesgo soportan mejor las crisis económicas”.

-Cajasiete ya ha cumplido 50 años de existencia y usted, si no recuerdo mal, lleva en torno a tres de esos cinco decenios en la entidad. Hace nada, ha llegado a lo más alto de la organización al ser nombrado por el consejo rector como nuevo presidente ejecutivo. ¿Qué ha supuesto esta decisión en los planos profesional y personal-emocional? ¿Cómo afronta la nueva etapa y qué retos principales tiene por delante? ¿Se plantea cambios en el equipo directivo y en la estructura orgánica de la caja?

“Para mí es una enorme satisfacción personal y profesional que el consejo rector de Cajasiete haya confiado en mi persona para este puesto de enorme responsabilidad, si bien es cierto que durante los años que ocupé la dirección general esa responsabilidad ya la llevaba en el cargo. Nuestra línea de actuación es seguir haciendo una banca tradicional de valores y enfocada a todos los sectores de la economía, banca próxima al entorno y preocupada por éste, que genere confianza, invierta en economía real y trabaje para las generaciones presentes y futuras, siempre continuando con su labor de apoyo al sector agrario y a las cooperativas como instrumento para satisfacer sus necesidades de financiación y manteniendo nuestra independencia y gestión profesionalizada. Cajasiete pretende seguir en la misma trayectoria de los últimos años: con la apertura a todos los sectores de la economía canaria, con mayor implantación urbana, con mejora de la productividad y la eficiencia, y con un objetivo claro de aumentar la cuota de mercado. En esta nueva etapa, continuaremos con los retos trazados en el periodo de Jerónimo Monje, con el que estuve trabajando codo con codo todos esos años. Así que no hay por qué hacer grandes cambios, de tal manera que mantendremos básicamente la misma estructura, sólo con adaptaciones a los nuevos tiempos. Estos cambios, tranquilos, afianzan a Cajasiete en su proyecto, y son la mejor garantía para su futuro”.

-Después de la desaparición en el negocio financiero de las Islas de las antiguas CajaCanarias, La Caja de Canarias y se puede decir que hasta Caja Rural de Canarias, Cajasiete ahora sí es la única entidad propiamente de las Islas, con toma de decisiones en esta tierra. ¿Cree usted que esta condición ha ayudado a captar clientes? ¿Cómo gestiona la entidad este indudable valor?

“Cajasiete es la única entidad financiera canaria que se mantiene. Algunas tratan de confundir, pero somos la única entidad con domicilio social en Canarias, y sólo en Cajasiete se toman todas las decisiones en las Islas, con la proximidad y el conocimiento de la realidad del Archipiélago. Somos la única entidad local. Creemos, y muchos de los clientes lo valoran, que esto es importante por varias razones: una de ellas es favorecer la competencia. El proceso de concentración bancaria que se está produciendo con la crisis es preocupante para el futuro. Los clientes van a tener pocas opciones para resolver sus necesidades financieras y, en este sentido, Cajasiete es la referencia local y favorece la sana competencia, sobre todo en las zonas rurales, donde nuestra presencia permite poder elegir banco. Además, somos una entidad de referencia por la forma de hacer banca, la proximidad, el conocimiento del cliente, la atención personal; en definitiva, por ser una banca de valores. Por suerte, queda una entidad financiera en las Islas Canarias, de gran solvencia, que demuestra que siendo pequeña se puede ser fuerte, hacer bien las cosas y prestar un gran servicio a la sociedad. Cada vez la gente nos conoce más, las familias y las pymes, y nos hemos convertido en la única alternativa local y en la entidad de referencia frente a los grandes bancos”.

-Canarias no es, por desgracia, una comunidad autónoma que se caracterice por la excelencia en el gasto público y privado en I+D+i, en cuyo ranking ocupa, y lo hace con claridad, puestos de la cola en España. Para un banco, la innovación y la apuesta por las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) son esenciales. ¿Qué estrategia sigue Cajasiete en este campo y cómo se proyecta el desarrollo del máximo de servicios en la plataforma online, o sea, vía internet y en cualquier soporte: ordenador, tableta y teléfonos inteligentes?

“En un mundo donde el cambio es constante, hoy ya no es necesario convencer a nadie sobre la importancia de la innovación. La mayoría de las empresas comprenden que, si dejan de innovar, se quedan por detrás de sus competidores. Sin embargo, nosotros pertenecemos a un sector, la banca, que, a pesar de realizar notables esfuerzos de inversión en tecnología, tenemos que cambiar los sistemas de trabajo y los modelos de negocio constantemente por la regulación a la que estamos sometidos. Trabajamos para facilitar la operativa a los clientes, para que puedan tener autonomía. Innovar es hacer realidad las buenas ideas, y en Cajasiete, con el apoyo del grupo Caja Rural, que nos aporta la dimensión tecnológica y operativa necesaria, tenemos buenas ideas que estamos haciendo realidad, tales como nuevas plataformas de banca móvil, potentes programas de fidelización para colectivos basados en tarjetas privadas, movilidad para nuestros empleados a través de tabletas electrónicas e incluso la creación de espacios de coworking para emprendedores canarios, un proyecto en el cual tenemos depositadas muchas ilusiones y en el que vamos de la mano con actores de referencia en este sector dentro de las Islas”.

-¿Cómo se cerró el ejercicio de 2013, con qué parámetros básicos, y qué se espera de los próximos años, aún sin la claridad total de que ya se sale de la crisis?

“Para Cajasiete 2013 ha sido un ejercicio muy positivo en sus cifras de negocio, como resultado de una gestión prudente que nos ha permitido afrontar la crisis económica con relativa comodidad, dada nuestra posición de solidez. Los crecimientos en cifras de negocio han sido importantes, con la consolidación de las ratios financieras y de productividad. La inversión crediticia aumentó el 0,1% y se situó en 1.072 millones de euros. El total de depósitos aumentó el 25,1%, con 1.397 millones. Se ha mejorado de forma importante tanto en inversión crediticia como en depósitos de la clientela, y en la cuota de mercado. Los resultados del ejercicio, antes de impuestos, aumentaron el 4,8% y llegaron a los 2,2 millones teniendo en cuenta la política de dotaciones para la cobertura de dudosos, con una cobertura situado en el 56%. La ratio de eficiencia (relación entre gastos y margen ordinario) se situó en el 58%, lo que acredita una buena posición de generación de recursos. Nuestra ratio de solvencia superó el 13%, con una ratio de capital principal del 12,3%, situación muy holgada y que es el resultado de la política de capitalización llevada a cabo en los últimos años, dedicando el 85% de los beneficios a reservas”.

-¿Está Cajasiete con el freno de mano puesto en el capítulo de concesión de créditos y préstamos a pequeños empresarios y consumidores familiares o individuales?

“En absoluto… Cajasiete ha continuado prestando dinero a sus clientes dentro de nuestras posibilidades y siempre teniendo en cuenta las características del cliente y minimizando los riesgos en la mayor medida posible. En 2013 crecimos el 1% en concesión de créditos. Todos los proyectos que nos presentan y vemos viables los atendemos e intentamos impulsarlos al máximo. Nuestra filosofía es invertir lo que somos capaces de captar. Nosotros no hacemos operaciones de especulación. Todo lo que captamos lo invertimos aquí, con nuestros clientes y en fomentar la economía real”.

-¿Tienen previsto crecer en número de oficinas y empleados? ¿Se va a seguir mirando con especial mimo a la provincia de Las Palmas, donde hay peor penetración?

“Llevamos siete años inmersos en un proyecto de expansión regional. Tenemos presencia en las siete islas del Archipiélago y seguimos creciendo. Este año tenemos previsto abrir cuatro nuevas oficinas, la mitad de ellas en la provincia de Las Palmas. Nuestra idea es llegar a disponer de 25 oficinas en esa provincia, sobre todo en Gran Canaria. Con ello alcanzaremos el centenar de oficinas, que es la cifra con la que podemos atender bien a todos los clientes. Cajasiete sigue creyendo en un modelo de proximidad al cliente, donde las oficinas son muy importantes”.

-Seguro que usted está al tanto de las previsiones económicas para 2014 y 2015 en España y Canarias. ¿Qué piensa de los avances difundidos hasta ahora y cuáles cree
que son los más sensatos para el país y las Islas?

“El proceso de recuperación está siendo muy lento. Las subidas de impuestos y los costes sociales de empresas y autónomos han afectado a la recuperación del empleo y dificultan tanto la inversión empresarial como el consumo. Creo que no se facilita la recuperación actuando de esa manera. Son necesarias las reformas estructurales, y hay que recuperar las inversiones públicas en infraestructuras necesarias para generar actividad económica y para facilitar el desarrollo empresarial, a la vez que éstas crean muchos puestos de trabajo y dinamizan la economía. Sin embargo, los recortes las han reducido a mínimos. Es necesaria una mayor reestructuración del sector público, que, como ocurre con las empresas privadas, deben ganar en eficiencia y adecuarse a las posibilidades actuales, lo mismo que una reorientación del gasto que sea compatible con la reducción del déficit sin quitar protagonismo al desarrollo del sector privado empresarial. Las perspectivas para la economía canaria son muy favorables en los próximos trimestres, con tasas de crecimiento importantes. Nos ayudaría mucho una recuperación de la economía española, con el consiguiente incremento del número de turistas nacionales que visitan Canarias. Esto sería muy positivo. Nosotros apostamos por una creación de empleo importante, que hará descender la tasa de paro, aunque ésta seguirá siendo muy alta. Hay aspectos preocupantes en el informe del primer trimestre de CEOE-Tenerife, sobre todo los que indican que, aunque la recuperación económica sea importante, muchos de los potenciales puestos de trabajo que se generen se ocuparán por foráneos mejor preparados. Hay que hacer un gran esfuerzo en formación”.

-¿De qué manera contribuirá el nuevo REF, el que se active en 2015, y el lanzamiento del nuevo marco de apoyo comunitario (septenio 2014-2020), que también arrancará con sus medidas de apoyo público, a cambiar las cosas en relación con el desempleo? ¿Cree que las Islas han resuelto de forma idónea la reforma de la parte fiscal del REF? ¿Qué opina del resultado logrado, a expensas de lo que ahora decida Bruselas?

“El nuevo REF, planteado como una mejora del actual, abre muchas nuevas posibilidades de generar actividad económica y, por tanto, de fomentar el empleo. Este régimen, entre otras cosas, permite a Canarias tener singularidades fiscales, lo que favorece la localización de empresas. Es una herramienta que facilita el desarrollo de empresas y, no nos olvidemos, son las empresas las que crean empleo. Esta singularidad fiscal, unida a la financiación que va a venir de Europa, creará, sin duda, muchas oportunidades de negocio y ello fomentará la actividad económica. Nosotros creemos que, si se aceptan las propuestas actuales, el resultado va a ser muy positivo para las Islas y se mejorará de forma significativa el empleo. También tenemos que animar a los empresarios, y crear las condiciones para que puedan invertir en más proyectos y para que se fomente el emprendimiento. Los nuevos emprendedores son necesarios para cambiar la situación actual”.

-¿Cuál es su opinión acerca de la reforma fiscal anunciada estos días? ¿Contribuirá a dar más liquidez al consumidor?

“La reforma fiscal anunciada puede ser positiva, pero la superación de la crisis requiere muchas otras cosas. Si se reducen los impuestos, podemos tener más dinero para consumo privado y para ahorro. El ahorro es muy importante. Entre otras cosas, si tenemos capacidad de ahorro, tenemos capacidad de acceder al crédito. Las empresas y las familias siguen muy endeudadas y, hasta que no reduzcan más el endeudamiento, no vamos a ver una mejoría significativa del consumo. Si nos reducen los impuestos y tenemos más capacidad de ahorro, podremos reducir antes el endeudamiento y volver al consumo, pero un consumo responsable, dando prioridad a los que generan actividad en nuestro entorno y más fomentan el empleo local. Se introducen en la reforma fiscal los planes de ahorro a largo plazo, con reducción de la imposición sobre este ahorro. Creo que es una medida acertada para mejorar la estructura financiera de nuestra economía”.

-En el Archipiélago, en sólo cuatro años y según un análisis del INE a precios constantes, la crisis ha hecho adelgazar sobre todo los sectores primario, la construcción y la industria manufacturera, con pérdidas respecto a su poderío de 2008, medido en base 100, por encima de los 20 puntos. El turismo y pocas cosas más han dejado a flote a las Islas. ¿Qué se puede hacer para seguir consolidando el gran motor de la economía isleña? ¿De qué manera los procesos de modernización y
rehabilitación turísticas, en los que participa Cajasiete con una línea específica de crédito, están influyendo en la reactivación aún débil de la construcción?

“No cabe duda de que la línea específica de crédito ha sido una importante inyección económica y, aunque muy lentamente, ya empiezan a verse movimientos. El sector turístico, para mantener el liderazgo, necesita de importantes inversiones que mejoren tanto la planta hotelera como las infraestructuras públicas de su entorno. Si no acometemos estas inversiones, corremos el riesgo de quedarnos obsoletos y dejar de ser competitivos, con las consecuencias que ello nos traería. Hay que cuidar este gran motor de la economía canaria. Estas inversiones, que son necesarias, van a revitalizar el sector de la construcción, junto a la rehabilitación de las viviendas residenciales, después de muchos años sin mejoras. Si hay un sector con gran potencial es el primario, el de producción agraria y ganadera y su comercialización. Es importante conseguir que, cada vez más, los turistas consuman productos frescos y elaborados locales. Este sector es complementario al turismo y tenemos capacidad para producir y generar mucho empleo y mucha riqueza para Canarias. Hoy en día está más enfocado al consumo interior, con la mejora del grado de autoabastecimiento alimentario, que a la exportación”.

-Desde su punto de vista, y tras tanto que ya se ha hablado de esto, qué caminos deben elegir las Islas para afianzar su economía y para hacerla, poco a poco, menos dependiente de los servicios turísticos. ¿Qué ventajas comparativas existen, si cree que las hay, en TIC, en energías renovables, en prestación de servicios avanzados a inversores en África, etcétera?

“El mundo está cambiando y los canarios tenemos que adaptarnos. Hay grandes ventajas, entre las que se encuentran nuestro clima y la posición geográfica en medio de tres continentes. Si analizamos los mayores costes que se incorporan a los productos, tenemos el agua, la energía y el trabajo como los más importantes. Para ser competitivos, hay que reducir esos costes. En el caso del trabajo, no podemos seguir incidiendo en los salarios. Hay que mejorar la productividad con mayor formación y utilizando las tecnologías más avanzadas; hay que incidir en la educación y en la investigación. En el caso del agua y la energía, tenemos el sol, el viento y el mar, que son recursos básicos y que los debemos aprovechar para disponer de energía y agua con tecnologías limpias, que cuiden el entorno para el turismo y la agricultura. Dedicar recursos a esos fines, para poder ser competitivos en costes, es hacia donde tenemos que ir, acometiendo la inversiones necesarias”.

Cada vez más importantes

La entidad financiera Cajasiete tiene en la actualidad 90 oficinas operativas en toda Canarias, con una plantilla de 355 empleados, unos activos totales de 1.800 millones de euros y un volumen de negocio que supera los 3.000 millones. Esta cooperativa de crédito es líder en el sector primario local, y sus cuotas actuales de mercado en el Archipiélago crecen. Éstas son, en esencia, las siguientes: en número de oficinas, el 9%; en depósitos de clientes, el 6%, y en créditos, el 4%. En la actualidad, amplía poco a poco su presencia en todos los sectores de la economía regional, principalmente en actividades domésticas, pymes y autónomos. Es una organización que posee más de 40.000 socios y con capital totalmente canario.