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El futuro de la lucha pasa por la profesionalización, la formación y el apoyo institucional

   
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DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

La lucha canaria necesita el apoyo de la sociedad canaria en su conjunto, tanto en el plano político e institucional como académico, mediático y de todos y cada uno de los ciudadanos que no pueden seguir viviendo de espaldas a este deporte vernáculo y seña de identidad del Archipiélago. Esta es una de las principales conclusiones de la Mesa Redonda celebrada este sábado en el Hotel Sol de Puerto de Naos en el marco del Cajasiete Desafío de Puntales en el que, entre otros puntos se abordaron el presente y el futuro de la lucha, alternativas para su puesta en valor y la regulación del pesaje de los deportistas.

Moderada por Nacho Feliciano, en la mesa estuvieron presentes Paco Antequera Amor, historiador y escritor de la lucha, Francis Pérez el Pollito de La Frontera, uno de los mejores luchadores de la historia, Javier Quintero, licenciado en Educación Física y investigador y escritor de varios libros, Norberto Marrero, médico y luchador retirado, y los puntales Ricardo Rodríguez Medianito IV y el actual campeón absoluto, Añaterve Abreu. Entre el público asistente se encontraban el resto de luchadores y puntales del Desafío de Puntales, entrenadores, aficionados y el consejero de Deportes del Cabildo Insular de La Palma, Mariano Hernández Zapata.

En líneas generales todos los participantes coincidieron al afirmar que falta voluntad de cambio y que hay que enmendar los errores cometidos y emprender un nuevo camino defendiendo que el futuro de la lucha canaria pasa por la profesionalización de este deporte tanto desde la perspectiva de los propios luchadores, como de los directivos, presidentes y desde la propia federación, remando conjuntamente y en la misma dirección con el firme objetivo de despertar el interés, recuperar a la afición y colocar a la lucha canaria, que es el segundo deporte más practicado en el Archipiélago, en el lugar que se merece.

Demandaron además que las instituciones y la clase política en particular respalde la lucha canaria y reivindique su importancia en los centros escolares, no exclusivamente en el mes de mayo con motivo del Día de Canarias y las tradiciones, sino durante todo el curso académico de forma que los más pequeños la sienta como algo más cercano y propio de los canarios, despertando la pasión por la práctica de este deporte entre los más pequeños.

Asimismo, hicieron un llamamiento a los medios de comunicación para que las televisiones retransmitan las competiciones que se celebran en los terreros de lucha y aumenten el conocimiento y el interés de los aficionados, porque de la misma manera que el fútbol y otros deportes no podrían entenderse sin el efecto que genera la televisión, la lucha canaria también merece formar parte de las programaciones de los canales más seguidos y, especialmente, en la televisión pública canaria que a juicio de los participantes tiene el deber sumar esfuerzos y darle la cobertura necesaria para alcanzar sus objetivos.

En cuanto al Cajasiete Desafío de Puntales valoraron el efecto positivo que este tipo de campeonatos genera en el calendario deportivo para demostrar que la lucha canaria es capaz de reinventarse y adaptarse a los nuevos tiempos y a las demandas de la sociedad actual, respetando por supuesto el purismo y la tradición en el resto de competiciones que se celebran a lo largo del año.

Desde la perspectiva de los luchadores, éstos destacaron la frescura que tiene el Desafío ya que les ofrece la oportunidad de luchar puntal contra puntal de forma directa. Un reto que se afronta con mucha ilusión, dispuestos a ganar para mejorar su prestigio y el respeto que convertirse en ganador del título de Campeón Absoluto representa.

Regularización del pesaje

El asunto del pesaje fue uno de los puntos más polémicos y debatidos en el marco de la mesa redonda. El responsable de exponerlo, el médico Norberto Marrero y hasta hace apenas unos meses responsable del comité de rendimiento de la federación, defendió que el único objetivo de este asunto es garantizar la salud y la seguridad de los luchadores de cara al futuro, cuando una vez abandonados los terreros, recuperen su vida normal en las mejores condiciones y con el menor número de secuelas posibles.

Además, abogaron por diseño de una planificación deportiva adecuada que contemple todas y cada una de las necesidades y esfuerzos que exige su trabajo como deportistas de élite, así como el descanso físico y mental aunque activo que deben desarrollar con carácter previo al comienzo de la nueva temporada. Algo que requiere formación y que una vez más a lo largo de la mañana puso de manifiesto que el progreso de la lucha canaria pasa por este punto.

Respecto al pesaje Paco Antequera manifestó que tiene capacidad para devolver a la lucha canaria la agilidad y espectáculo que ha perdido en los últimos años en los que incluso era inconcebible cuestiones como la victoria por eliminación que ha provocado la pérdida del contacto del público con la esencia más pura de la lucha.

Asimismo, se valoró que la lucha canaria se inspira en los principios de la técnica y de la fuerza por lo que, al margen del control del peso y el grado de ajuste a los parámetros antropométricos aprobados por la asamblea, esa diferencia pervive, porque es una de sus grandes peculiaridades de forma que unos luchadores tendrán a favor su estatura, su peso, su técnica o la suma de varios por lo que la formación, el entrenamiento, y la preparación a conciencia son retos a asumir

La polémica hoja de ruta a 3 años inspirada en la tabla del índice de masa corporal (IMC) y los porcentajes fijados como óptimos en función de la altura y el peso de cada luchador es una cuestión que no acaba de convencer a buena parte de los luchadores y puntales presentes en la sala ya que, a su juicio, pone en riesgo sus posibilidades y merma considerablemente su potencial y rendimiento deportivo.

En este punto, Moreno hizo un símil con el mundo de la Fórmula 1 en el que no porque un coche corra demasiado se le impide competir en alusión a que existen luchadores cuyo IMC no oscila entre el 13 y el 28% fijado como límite y que, sin embargo, al realizar un estudio en mayor profundidad se demuestra que no viene determinado por un exceso de grasa sino por cuestiones de musculatura, por lo que en este caso, debería contemplarse que cumple los cánones y que puede competir.

Tanto Medianito como Añaterve e incluso el mítico Francis Pérez se mostraron favorables a evolucionar e incorporar a la lucha criterios que ayuden a mejorar dando pasos firmes y seguros por lo que matizaron que se deben medir mejor los tiempos y fijar criterios menos rígidos e inflexibles porque de la misma manera que no es sano el sobrepeso, tampoco lo es el hecho de exigir a los luchadores que bajen más de 30 kilos en un corto espacio de tiempo.

Desde su experiencia, Francis Pérez afirmó que la regularización y el control del pesaje debe aplicarse desde las nuevas generaciones, a las que le resultará más fácil el proceso de adaptación, como a los luchadores y puntales en activo pero que a diferencia de los que se inician, requerirán más tiempo y, sobre todo un esfuerzo considerable incrementando la frecuencia e intensidad de los entrenamientos, ajustados al concepto de deportistas de élite y, por supuesto, incorporando hábitos alimentarios más equilibrados y saludables. Un proceso que no se consigue de un día ni de una temporada para otra

En este sentido, y conscientes que ajustar los pesos exige sacrificio y que se han enfrentado a puntales y retos que exigen mayor esfuerzo, los luchadores reclamaron más apoyo y asesoramiento profesional para cumplir con los objetivos previstos. Instante en el que Roberto les informó que la Universidad de La Laguna cuenta con un servicio de apoyo integral al deportista, sumamente útil para quienes quieran dedicarse al deporte profesionalmente y que Moreno puso a disposición de los luchadores. Información y apoyo ellos agradecieron considerablemente para trabajar en la regularización de sus pesaje y mantenimiento deportivo.