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Menores desaparecidos: Yéremi, Sara…- Por Sergio García de la Cruz

   

Yéremi nació un 17 de julio de 1999. Lejos de perder la esperanza de encontrarlo con vida, hoy nos encontramos ante la búsqueda de un adolescente de 15 años. En el caso de Sara Morales, se trata de una joven de 22 años. Ya en su día indiqué que se echa en falta la difusión de fotografías de cómo serían sus aspectos actuales, una técnica forense que este país debe instaurar.

No es habitual que se produzcan desapariciones de menores de las consideradas de alto riesgo. Estas son calificadas como tal por la unidad policial que recibe la denuncia, donde se hará una valoración inicial en función de unos parámetros ya establecidos aunque se parte de una premisa inicial de carácter positivo, esto significa que cualquier desaparición en la que esté por medio un menor está considerada automáticamente de alto riesgo, únicamente pueden excluirse de esta regla general aquellos casos excepcionales en los que concurran circunstancias que hagan evidente la voluntariedad de la desaparición, como las fugas de los centros de internamiento o de acogida de menores u otras circunstancias análogas, estas son las más numerosas y se suceden a diario, un tema a tratar en otra ocasión, pero de momento indicar que es necesario establecer un protocolo sencillo de comunicación que alivie el rutinario y tedioso procedimiento a las partes, entre otras cuestiones.

Las cifras de desapariciones de menores las engrosan los que tienen una edad comprendida entre los 15 y 17 años, y el principal motivo de ellas es el del abandono del hogar, o sea, una huida; le siguen en la lista las desapariciones de tipo benigno. Para las menos frecuentes como son las de alto riesgo tenemos un perfil mayoritario del autor y es el de una persona cercana y que conoce a la víctima. España ha instituido un sistema denominado de alerta temprana por desaparición de menores, que lleva por nombre: Alerta-Menor Desaparecido, en el que se busca la colaboración ciudadana para su localización, y se activa mediante alertas. El asunto no es sencillo y tiene cierta complejidad, ya que presenta dos cuestiones enfrentadas entre sí. Una: un aviso rápido es indispensable para que el éxito esté asegurado, no debemos olvidar que las primeras tres horas son cruciales y a medida que pasa el tiempo las posibilidades disminuyen o su localización se incardina en una laboriosa y complicada investigación. En contraposición están el respeto a los derechos del menor, imagen, honor, etc., una situación no sopesada de alerta general podría estigmatizarlo.

El caso de Yeremí es curioso e impactante, agravado por su corta edad. La Guardia Civil ha difundido un vídeo en el que da cuenta de los pormenores del asunto en https://www.youtube.com/watch?v=6P6rM3EXs8Y. A título personal he de decir que me entristece ver las imágenes finales. Esta desaparición atrajo mi atención en su momento y comencé a extrapolar escenarios en el tiempo: ¿cómo sería un sábado de marzo a las dos de la tarde en Los Llanos del Polvo? y me encontré un lugar de escasa afluencia, pero con un hecho puntual ocurrido a escasos metros; la muerte de una persona apuñalada en lo que presuntamente fue un ajuste de cuentas.

www.sergiogarciacruz.com