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el revés y el derecho>

El pero del f̼tbol РJuan Cruz

   

El pero del fútbol se llama azar, querido amigo. El azar quiso que Iniesta rompiera aquella tarde, la armonía defensiva holandesa, y esa armonía teutona tan terminante puede caer también por el azar de Messi, que es el Iniesta argentino. Lo avisaba el Káiser del fútbol alemán, Beckenbauer. Si dejas a Messi solo, él te puede entrar por cualquier compuerta, y aunque ahora esté en horas o días (o minutos, ojo) bajos, Messi es siempre ese muchacho que compró boletos que sólo se les despachan a los mejores: los boletos de la suerte de los campeones. A ver qué pasa esta noche, pero preparemos la sorpresa, igual que ante Brasil se desmandó la sorpresa y Alemania arrasó. Ahora no habrá goleada, o no se presume, porque ahí atrás están Mascherano y Neuer, quizá los dos mejores bastiones de cada equipo; pero ante Klose y Müller están Di María y Messi, y estos te pueden asaltar en cualquier camino, aunque el camino parezca de rosas. Yo no adelantaría acontecimientos en este Mundial que ha sido el del penalti infinito, el de las prórrogas improbables; el Mundial en el que el ganador posible acabó vencido y humillado ante el que ahora se alza como ganador probable y que sudó tinta y penaltis ante un equipo menor, como Argelia. El azar manda sobre la táctica y sobre la estrategia, y sobre el corazón: yo quiero que gane Argentina, porque es también mi país; me enseñaron a amarlo Elfidio Alonso y Los Sabandeños, y Edmundo A. Esedín del Ródano, que fue el primer argentino que puso un restaurante argentino en mi pueblo, el Puerto de la Cruz. Ellos me enseñaron a escuchar a Mercedes Sosa, a leer a Jorge Luis Borges, a degustar a Julio Cortázar y a saber en qué punto se asaba el asado de tira… ¿Cómo no voy a querer a Argentina? Hace peor fútbol, pero…, pero me trae mejor memoria.