Fotos: S.M / F.P.
N. T. | Santa Cruz de Tenerife
Al anochecer del día 24 la escuadra inglesa se acercó a la bahía y permaneció en amenazante actitud. Aquella noche nadie durmió en Santa Cruz; la noche más larga y más gloriosa de la historia de la ciudad. En la madrugada del 25 de julio de 1797 se desató el combate y el contralmirante Nelson sufrió la que fue su única derrota militar, que además le supuso la pérdida de su brazo derecho. Anoche, 217 años después, la capital recreó de nuevo tan épica batalla, considerada como “el hecho más importante de la historia de Canarias”. Los alrededores de la calle de La Noria se convirtieron por unas horas en un campo de batalla de otra época, en el que se recrearon los enfrentamientos que llevaron a la capitulación de los ingleses ante el general Gutiérrez, tras atrincherarse en el antiguo convento de Santa Domingo.
Este fue el colofón a un día festivo que se inició muy temprano con la instalación de un campamento miliciano en la explanada de la Alameda del Duque Santa Elena, en el que hasta cientos de visitantes, y hasta el alcalde Bermúdez, pudieron vivir de cerca la realidad del siglo XVIII. Cada hora, los cañonazos marcaron el avance hacia la representación del que sería el hito más importante en la historia de Santa Cruz y que contó con una gran afluencia de público.
La Asociación Histórico Cultural Gesta 25 de Julio, con la ayuda de varias decenas de figurantes de toda la Isla, logró escenificar con brillantez y lujo en detalles un acontecimiento que, desde la Tertulia Amigos del 25J, se ha venido defendiendo para que se convierta en lo que nunca debió de dejar de ser: la memoria viva de la gran historia de Santa Cruz de Santiago.