JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife
Menos médicos para atender a más pacientes. Esta es la principal conclusión que se extrae de los últimos datos del Sistema de Información de Atención Primaria (SIAP) publicados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales, e Igualdad, contabilizados a fecha 31 de diciembre de 2013. Estos confirman que solo Aragón, Castilla-León y Extremadura cumplen actualmente con las recomendaciones relativas al número de pacientes por facultativo de medicina general, unas ratios que colocan a Canarias como una de las regiones con un número más alto. En concreto, y siempre según las cifras del SIAP, cada facultativo isleño tiene asignadas 1.407 tarjetas sanitarias, 207 más de las que recomiendan las sociedades científicas y la Organización Mundial de la Salud (OMS). No en vano, las Islas se encuentran entre las comunidades con más pacientes por médico de todo el país y por encima de la media del Estado, que está en 1.371 tarjetas sanitarias por facultativo.
Al respecto, desde el Sindicato Médico (CESM) en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, aseguran que “llevan años denunciando la sobrecarga asistencial que Canarias ha hecho recaer sobre los médicos de familia de Atención Primaria”. Según detalla el secretario general del CESM, Levy Cabrera, “el incumplimiento del Plan de Salud para la Atención Primaria ha conllevado dejar de aumentar en un 20% los puestos de trabajo antes de 2009”. Un aumento, añade, que incluso “llegó a estar presupuestado y autorizado” por la Consejería y tenía el objetivo de satisfacer las necesidades de atención a la población isleña, que ha experimentado un notable incremento en la última década”. Según el portavoz de la organización sindical en la provincia, “la Consejería siempre ha hecho caso omiso a las advertencias y demandas de los profesionales, y fue incapaz, antes de la crisis, de dotar adecuadamente a la atención primaria”.
Como resultado de los “recortes en la sanidad canaria”, se ha producido un “agravamiento de esta situación crítica de la Atención Primaria, que está masificada, lo que provoca un grave deterioro de la calidad asistencial”, recalcó Levy Cabrera, quien considera que la solución a los problemas no requiere un aumento de los presupuestos sanitarios globales. “Tan solo precisa una redistribución de los mismos hasta alcanzar el 25% de presupuesto para la Atención Primaria, tal y como recomiendan la instituciones y organismos sanitarios nacionales e internacionales”.
A nivel nacional, cada médico de Primaria asumía hasta el 31 de diciembre de 2013 la atención de 1.371 tarjetas, 15 más que en 2012, pero a mitad de camino de igualar la ratio registrada en el año 2011, cuando eran 1.385 tarjetas por cada médico de Familia.
Excesiva burocracia
Para el secretario general del CESM, “hoy por hoy, más que los cupos, el principal caballo de batalla de la medicina de familia es el tiempo que los médicos de familia pueden dedicar a los pacientes”. Y es que Levy Cabrera asegura que “en los centros de salud canarios los facultativos solo pueden dedicar una media de entre 5 y 7 minutos por paciente, cuando lo razonable deberían ser 20 minutos”. Con el fin de liberar más tiempo para poder atender mejor a los pacientes, Cabrera exige acabar con la “excesiva burocracia que hace perder horas” a los doctores. “Los médicos de Primaria seguimos teniendo cientos de visitas de poco sentido, como las de aquellos que solicitan un certificado de salud escolar que exige la Consejería de Educación en todas las etapas educativas, aunque no sirva para nada”. Lo mismo ocurre, detalla, con los certificados de pensión por discapacidad. “¿Para qué sirve que el médico de familia haga un informe si luego una unidad especializada va a evaluar al paciente?”. O con las farragosas recetas de pañales para los pacientes con incontinencia, “tenemos que especificar cómo son, si llevan adhesivo o no, etc…, cuando valen todos lo mismo y el paciente debería poder elegir en la farmacia cuáles son los que necesita”.
El problema de la sobrecarga de pacientes, en cualquier caso, no afecta sólo a los facultativos. Según los datos de Sanidad, también los enfermeros canarios de Primaria tienen asignados más pacientes de lo deseable. Así, mientras un profesional isleño debe asistir a 1.614 pacientes, la media nacional está en 1.546, casi 250 más que lo que recomiendan la OMS y las sociedades científicas. Paradójicamente, en el ámbito de la Pediatría las Islas se sitúan por debajo de la media del Estado, ya que cada profesional tiene asignados 899 pacientes, lo que sitúa al Archipiélago a la cabeza del país en esta especialidad.
Según exponen desde el Sindicato Médico, uno de los grandes problemas a los que tiene que hacer frente la Atención Primaria en Canarias es el enorme grado de “dispersión de la población de referencia” que se atiende. No en vano, el Archipiélago cuenta con 108 zonas básicas sanitarias, 108 centros de salud y 155 consultorios locales. Su distribución depende del mapa sanitario inscrito en el Plan de Salud, que tiene repercusión directa como instrumento de planificación de los recursos sanitarios de cada zona de salud, a la vez que mejora la asistencia, adecuando la oferta a los crecimientos y a las características socioculturales de la población. Los criterios aplicados a la definición del mapa obedecen a motivos de tipo poblacional, geográficos y de compromiso municipal para la construcción y mantenimiento de los consultorios.