X
REFLEXIÓN >

Los cooperantes – Por Juan Pedro Rivero

   

Vamos a ser un poco más serios de lo que estamos siendo. ¿Dónde están las antiguas plataformas reivindicativas del 0,7% del PIB que debía dedicarse al progreso y desarrollo del mal llamado tercer mundo? ¿Se está enviando? ¿Quién lo controla? ¿Sabían ustedes que este año la aportación española no superará el 0,17% del PIB? O sea, que nos falta un 0,53% para alcanzar lo que ya es un porcentaje del todo insuficiente… ¿Esto por qué no se denuncia? ¿Quiénes cuentan la historia? ¿Quiénes la hacen? Será cierto que “unos hacen la historia, los pobres, y otros la cuentan, los poderosos”. Uno echa en falta que los medios de comunicación cuenten la verdad de las historias. Se informen bien de la verdad de lo que ocurre y la cuenten con toda exactitud. Que no ahoguen la verdad con el humo de los tópicos. Que nos cuenten lo que ocurre de verdad. Sólo cuando se despierta una calamidad meteorológica, una guerra, una enfermedad o desgracia de cualquier tipo, los medios de comunicación -siempre vía telefónica- se ponen en contacto con algún -así los llaman- “cooperante” presente en esa zona del tercer mundo. ¡Qué curioso! Siempre suele ser una religiosa, un sacerdote o misionera que les sirve de testigo y ojos de lo que ocurre, y ellos informan.

En África no sólo estaba el P. Miguel Pajares como misionero religioso. Él es uno de los 1.800 misioneros españoles presentes en el continente africano. 1.800 hombres y mujeres españoles que ya estaban allí antes de que el virus del ébola nos lo recordara. Según los últimos datos de Obras Misionales Pontificias (OMP) de España, de los 14.000 misioneros españoles que existen en la actualidad, el 13,23% reside en el continente africano. Y hagan el favor de no llamarlos “cooperantes-religiosos”. Son religiosos. Curas y monjas. Hombres y mujeres consagrados. Y si usamos una calculadora, nos daremos cuenta de que se trata de 0,04% de la población española. Eso sí que es un porcentaje generoso del producto interior humano de este país. Y mientras ellos están ahí, dejándose infectar no sólo por este último virus fatal, nosotros aquí, sentados y tranquilos, nos dedicamos a ser jueces sobre si la repatriación del cura estuvo bien o estuvo mal, fue adecuada o insolidaria para otros enfermos presentes allá. Vamos a ser un poco más serios de lo que estamos siendo.

*RECTOR DEL SEMINARIO DIOCESANO
@juanpedrorivero