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“La gran destreza en el manejo de los palos es nuestro sello de identidad”

   

JUAN JESÚS GUTIÉRREZ | Santa Cruz de Tenerife

Jorge Domínguez Naranjo

Jorge Domínguez Naranjo, rescatador y maestro de la lucha del garrote y del tolete canario. / DA

El libro publicado por el maestro Jorge Domínguez Naranjo, Origen y Rescate del Tolete Canario, nace con el objetivo de la promoción y difusión del buen trabajo que se lleva desarrollando durante tres décadas en la recuperación de esta práctica. Un trabajo de todo un colectivo que poco a poco va obteniendo un respaldo esperado. Recientemente, la práctica del Tolete se vio impulsada con el reconocimiento oficial como Disciplina Asociada de la Federación de Garrote.

-Cómo comenzó a rescatar la lucha del garrote y el tolete?

“No me lo propuse, me gustaban los deportes de combate y sentía admiración y un vínculo con nuestras costumbres. En el año 77 comencé interesándome por el juego del palo o la vara que resurgió en Tenerife -coincidiendo con el boom de la canariedad y del orgullo por nuestras costumbres-, y quise rescatarlo en Gran Canaria, pero no había esa cultura en mi isla ya que mayoritariamente fue traída por la emigración majorera que se asentó en Tenerife. Sin embargo, los mayores grancanarios me hablaban del palo largo, aunque solo la practicaban gente de muy avanzada edad y estaba casi desaparecida. Tras adquirir el compromiso de recuperar el garrote, en las conversaciones con varios mayores también hablaron de un palo corto y gordo empuñado con una mano y utilizado en peleas, aunque ya había desaparecido. Fue un gran orgullo poder aprender de esa gente que ya ha fallecido y hemos de agradecerles que nos transmitieran sus conocimientos, pues si no hubiera sido así habrían desaparecido. Me hicieron sentir una gran admiración y orgullo y me dediqué en cuerpo y alma a su rescate de nuestra tradiciones. Si el origen del garrote es el palo que utilizan los pastores para realizar sus labores, con el que se desplazaban, con el que realizan los conocidos saltos, y que además lo utilizaban como arma de defensa o ataque. En el palo corto lo utilizaban los arrieros o carreteros, y además era una gran arma de defensa. A cada paso de mi investigación, fui descubriendo unas prácticas que encerraban una efectividad, una belleza y unos recursos técnicos que no había en todo el mundo”.

-¿Cómo nace este libro?

“Es el primer libro escrito sobre el tolete canario, que culmina un trabajo de investigación realizado durante 30 años en los que he viajado fundamentalmente a Cuba a partir de 1993, a los pueblos donde residen los canarios y sus descendientes. Todo llegó sin proponerlo, empecé con el rescate del garrote y hablando con nuestros antepasados surgió la existencia de una lucha con palo corto, que se conocía como el tolete, con una característica única como es el agarre central, para utilizar las dos puntas. De esos recuerdos solo quedaban nombres de destacados practicantes, algunos fallecidos y otros emigrados a Cuba. No fue difícil encontrar información en Cuba pues muchas de las costumbres canarias seguían enraizadas y ancladas en el pasado, con lo que estaban frescas entre la población más anciana, lo que me permitió rescatar la práctica del tolete. Llegaba con un plan de viaje e investigación predeterminado y para no influir sobre las respuestas de los interlocutores pues durante la conversación les dejaba hablar de sus recuerdos y costumbres, y finalmente les preguntaba si conocían algún tipo de juego o lucha con palos. Incluso muchos cubanos aseguraban que ‘eso de los palos es de los isleños’, lo que significaba un sello de identidad de los canarios y la gran destreza en su manejo, pues ‘con un trozo de palo mantenían a raya y desarmaban a varios macheteros’. En mis viajes hice entrevistas, recogí anécdotas, comentarios y fotografías de nuestros mayores para demostrar y argumentar su existencia y conocer sus técnicas y prácticas. Este libro rinde tributo a todos los que compartieron sus conocimientos e información”.

-Siempre ha existido los piques entre pilas y familias por la pureza

“Desde que el mundo el mundo siempre han existido, yo soy el mejor, el único, lo que practico es lo verdadero, y lo de los demás inventos. Algunos comentaron que la técnica del tolete inventé, pero tras presentarles las evidencias del trabajo de investigación y rescate han reconocido que en Canarias no solo hay un palo, y aceptar que al igual que tenemos una gran riqueza cultural, artesana, folklórica o la lucha canaria, también tenemos varias técnicas de juego o lucha con palos. Al final todos te dan la razón, en cada isla hay diferentes variantes ya que tenemos una riqueza de palos o varas o garrotes que nos hace únicos. Por ejemplo, el palo de Portugal viene de las lanzas y, el palo grande y el pequeño, se juegan de la misma manera. La técnica, el agarre del palo, el garrote y el tolete son completamente distintos, con una riqueza envidiable que debemos reivindicar”.

-¿Qué le atrae del garrote y del palo corto o tolete?

“Lo más importante es lo que motiva y que la gente que lo descubre lo valora y le encanta. Son técnicas impresionantes y es íncreible ver como con un palo se pueden hacer esas técnicas. Hay artes marciales que son recopilaciones de otras, pero en Canarias son de aquí, y eso se valora cada vez con más practicantes y nos motiva a seguir. Atrás quedó la época en la que estaban prohibidas por decreto y estamos olvidando ese sentimiento de verguenza o rechazo hacia lo nuestro, lastrado por ser una tierra colonizada en la que los practicantes de un juego aborigen eran encarcelados o esclavizados”.

-¿Cómo se encuentra la salud de los deportes autóctonos?

“Cada vez está mejor gracias al trabajo de mucha gente que ha luchado para recuperar nuestras tradiciones. También las nuevas tecnologías y los medios de comunicación permiten difundirlas y que lleguen a todo el mundo. Las nuevas generaciones tendrán grabaciones en las que se ven las técnicas y su practica. Haría falta más de ayuda institucional para implantarlas en los colegios pues los canarios deben conocer la lucha, el garrote, el palo, nuestra cultura, nuestro folklore, todo lo que forma parte de nuestra idiosincracia”.