Más de 900 psicólogos se colegian para acreditarse como sanitarios

Los psicólogos podrán ejercer en el ámbito sanitario. / DA

JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife

Más opciones laborales y la posibilidad de llegar a más personas. Con ese doble objetivo, cerca de 900 psicólogos en la provincia de Santa Cruz de Tenerife han solicitado en el último año la acreditación para trabajar en el ámbito sanitario, lo que supone el 60% de los 1.500 profesionales registrados en la actualidad por el órgano colegial tinerfeño.

El motivo de este aluvión de colegiaciones -solo en los últimos dos meses se han contabilizado más de 230- es la nueva legislación y la adaptación de los estudios universitarios a los grados. Ello exige a los psicólogos que quieran registrar sus consultas como centros sanitarios la realización de un máster o la acreditación, antes del 6 de octubre, en alguno de los colegios del país. Para ello deben aportar un currículum que recoja, además de la licenciatura o grado, 300 horas de formación teórica y 100 horas de práctica vinculadas al área.

Cada comunidad autónoma decidió quién sería el responsable de gestionar dichas acreditaciones, que en el caso de Canarias, correspondió a los colegios de Psicología. Esto supuso un desborde en la administración y las instalaciones de la sede tinerfeña, donde la persona que habitualmente se encuentra trabajando sola esta faceta tuvo que ser respaldada por hasta seis compañeros, que colaboraron en las tareas de registro y comprobación de documentación.

Así, desde la vicedecana a la tesorera, pasando por vocales y miembros de la Junta, han ido informando, gestionando y tramitando cerca de 900 acreditaciones en los últimos meses, así como la matriculación de todos aquellos psicólogos que no se encontraban registrados y han tenido que hacerlo para evitar tener que realizar el máster.

“El proceso de adaptación se abrió hace dos años, pero el grueso de las colegiaciones ha sido en los últimos doce meses”, reconoce al DIARIO el decano del Colegio de Psicología de Santa Cruz de Tenerife, Jorge Iván Pérez Peña. Según explica, hasta ahora los colegiados que salían del plan antiguo se registraban como psicólogo a secas, y casi todo el mundo se orientaba hacia la especialidad clínica. Ahora, en cambio, hay que hacer un máster especializado, y a pesar de que la mayor parte de los nuevos colegiados escogen la orientación clínica, también se están colegiando muchos profesionales que se dedican a otras ramas menos conocidas”, recalca Jorge Iván Pérez.

En su opinión, “la práctica de la psicología clínica sanitaria ofrece muchas más opciones que otras especialidades, porque es la más rápida para acceder al mercado laboral”. Ello, no obstante, no impide que la profesión siga estando en precario, “porque en la mayoría de los casos solo da para sobrevivir”, arguye.
Desde el Colegio de Psicología de Santa Cruz de Tenerife agradecen los cambios legales y el aumento de la colegiación, fundamentalmente porque ello supondrá “llegar a mucha más gente que antes. “Espero que este boom sirva como mensaje para que la población tenga en cuenta que los profesionales a los que asisten están colegiados y cumplen el código deontológico y de buenas prácticas de la psicología”, subraya el decano del órgano colegial de la provincia.

Para los psicólogos, el mayor inconveniente de esta nueva normativa reside en la parte económica, ya que la colegiación supone una cuota de 50 euros (25 para desempleados) y un pago de 32,34 euros cada dos meses, aunque la solicitud de la acreditación para ser psicólogos sanitarios tiene un coste de 70 euros, mientras que el máster puede oscilar entre los 4.000 y 10.000 euros.

Con ello se pretende, entre otras cuestiones, evitar el intrusismo profesional, que ha crecido en los últimos años debido a la crisis. Para atajarlo, el colegio tinerfeño cuenta con una comisión especializada que trata de detectar y alertar sobre este tipo de prácticas ilícitas. “No podemos bajar la guardia”, expone Jorge Iván Pérez, quien confirma que en los últimos meses se han realizado varias denuncias de supuestos profesionales que ejercían sin la titulación adecuada.