Que Mas es uno de los presidentes autonómicos más estrambóticos de cuantos hay por España se confirma cada vez que habla en público. Que sea uno de los políticos más descentrados, también. De llevar a su partido (CIU) a ser la fuerza absoluta del nacionalismo, el desplazamiento hacia la voz de la calle le cede el testigo a sus rivales, la Esquerra Republicana de Catalunya, sin que parezca inmutarse. Y entonces sorprende que de ser los abanderados número uno del PP en el Congreso español y de ser el PP en el suyo el sustento de las decisiones contra la crisis se haya pasado a hablar idiomas distintos entre él y el jefe de todo, don Mariano Rajoy. Luego, algo ocurre, porque la verdad nunca es tan disímil. Cabe invocar, sin embargo, un pormenor: de todas las banalidades que pronuncia, en una tiene razón: a la democracia la sostiene los actos de democracia. Y que los catalanes insistan en responder a la pregunta de si quieren seguir siendo parte del Estado español o no es un acto de democracia.
Ocurre que las luces sobrevenidas lo apartan de la razón. La cuna de ERC es concluyente: contra el Estado “impuesto” porque ellos no lo son. Y eso no abrirá allí los procesos sucedáneos como en otras partes del mundo, pongamos Quebec o Escocia. Con la razón puesta sobre la mesa del Estado sí es posible aducir que si ilegitimidad, cámbiese la Constitución y/o apártense del proceso los nacionalistas españoles. El asunto que afirma sostener Mas es Cataluña; y no es verdad. Lo que sostiene es la Cataluña que sale del manejo nacionalista que otrora fundamentó el que ahora anda por horas bajas y se llama Jordi Pujol. Una aberración basada en la exclusividad y la exclusión, incluso de catalanes de pro, como Juan Marsé o Vázquez Montalbán por escribir en español. Sus palabras lo delatan en la última comparecencia, digo: no hay tercera vía, solo la que impone ERC: la consulta. Y lo ideal: Cataluña es quien está sacando a España de la crisis. ¿En que quedamos?, ¿avendrán a proclamar la independencia de manera unilateral y le pedirán a España que se asocie dado su potencial? En ese caso la magna obra de su padre político Jordi Pujol, el Centro de Estudios que lleva su nombre y se dedica al fomento de la ética y sus valores, continuará en pie. Esa es la Cataluña de Mas. Y todos contentos.