JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife
Con una media de horas de sol que supera con creces la nacional y europea, Canarias es una de las regiones más valoradas por todos aquellos que llegan para disfrutar del astro rey, especialmente durante la época estival. Esta notable ventaja puede convertirse, sin embargo, en un grave problema de salud si no se toman las debidas precauciones. No en vano, la Consejería de Sanidad del Gobierno regional diagnosticó en 2013 un total de 2.568 casos de melanoma y otras neoplasias malignas de la piel, de las que 2.378 fueron nuevos pacientes. La cifra, según el registro de incidencia del Servicio Canario de Salud, es la más alta desde que se puso en marcha este archivo, y solo con respecto al año 2010 el número de afectados ha crecido casi un 40%.
En concreto, se registraron 227 altas brutas de pacientes con melanomas malignos y otras 2.341 neoplasias malignas de la piel, así como afecciones similares no especificadas. Del total, 203 casos fueron nuevos pacientes con melanoma, mientras que 2.175 fueron personas diagnosticadas por primera vez de una neoplasia maligna de la piel.
60%
es el porcentaje de mujeres afectadas por el melanoma, mientras que la edad media se sitúa en los 55 años
El cáncer cutáneo no melanoma (carcinoma basocelular y epidermoide) es el más frecuente. Desde la Academia Española de Dermatología recomiendan revisiones periódicas, fundamentalmente a las personas que tengan antecedentes genéticos de cáncer, con piel y ojos claros. “Si observamos que un lunar o una mancha aumentan de tamaño o cambian de color, debemos consultarlo con el especialista”, denota la dermatóloga Marina Rodríguez-Martín.
En la misma línea se manifiesta el doctor Ricardo Fernández, quien indica que la incidencia del cáncer de piel ha aumentado en todo el mundo, y ese incremento se produce “tanto en los menos agresivos como en el melanoma, que es el más agresivo”. “La incidencia aumenta pero no la mortalidad”, reconoce este dermatólogo, quien denota que el sol juega un papel muy importante y su acción se puede controlar, “pero la mayor incidencia procede de la genética y otros factores que se desconocen”. Y es que el melanoma afecta más a las mujeres, en torno al 60%, que a los hombres, y la edad media se sitúa en los 55 años. Desde las sociedades de dermatología se recomienda como norma general en los adultos el uso de un fotoprotector con filtro solar de factor 30 o más según, el tipo de piel y otros factores (hora del día, altitud, tiempo de exposición, etcétera). En niños debe utilizarse un fotoprotector con filtro solar de factor 50 o más según el tipo de piel y otros factores, y en el caso de menores de dos años de edad se indica que sea un fotoprotector con filtro físico.