Agosto solía ser época de cazamoscas, bostezos y lugares comunes. Solía. Entre lo que se mueven los partidos políticos patrios -patria canaria-, de cara a las elecciones locales del próximo año, y los sorpresivos sondeos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), los medios andamos entretenidos en la cosa política, sección que solía de-
saparecer en agosto en los periódicos, los informativos de televisión y las tertulias de sustitutos de las radios. Así, en el caso del CIS, el susto es que Podemos se convierte en la tercera fuerza política del país- el país España-, y digo susto porque el resto de partidos tienen sudores fríos de verano con la noticia. Unos más que otros. Así, el Partido Popular es el menos sofocado, la irrupción de un grupo de izquierda tan enfrentado ideológicamente al PP sirve para reforzar la seguridad y simpatías de su electorado más fiel y, a la espera de que la economía repunte de aquí a un año y media, lanzar la caña en ese amplio y amorfo espectro electoral llamado centro. Con todo, en Génova -la calle- siguen con atención el asunto y eso que algún que otro importante cargo de ese partido se enteró el día de las elecciones europeas de la existencia de Pablo Iglesias y su lema-partido Podemos. El PSOE sí que se asustó con los papeles del CIS de este lunes. A la espera del efecto Pedro Sánchez -de momento, una gran incógnita- la debacle en la intención de voto continúa. Es la fuerza, junto a Izquierda Unida, que, evidentemente, ve un mayor número de votos traspasado a Podemos. Mientras que a la derecha del centro, solo el PP parece como el único gran partido -UPyD también se diluye-, a la izquierda la división es cada vez mayor al entrar en juego un invitado inesperado. El cuadro es sencillo, pero a la par complejo, puesto que es el efecto Podemos el que va a marcar ahora las estrategias del resto de partidos, sobre todo los que comparten, en principio, su perfil de votante. Con todo, desde la dirección de Podemos también han empezado a intentar controlar mejor su éxito y el propio Pablo Iglesias ha señalado que para los comicios locales del próximo año no habrá candidaturas en todos los puntos del país para evitar que se les “cuelen” personas alejadas de su ideario político. Son precavidos y hacen bien. En esto de la política son demasiados los que se suben a una ola mejor y más rápido que el surfero más hábil de Maui.