Carlos González: “Nuestra voluntad clara es que el Consorcio cubra toda la Isla”

Foto Andrés Gutiérrez

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

Ha logrado que la crisis no repercuta en el servicio que presta el Consorcio de Bomberos tinerfeño a la par que mantiene la paz social en él. No es poco, no, aunque el expediente de Carlos González Segura (Santa Cruz de Tenerife, 1959) era toda una garantía para un puesto nada sencillo a la hora de gestionar.

-¿Está garantizada la financiación para el próximo año?

“Garantizada está. Hay que tener en cuenta que la ley nos obliga a confeccionar unos nuevos estatutos y aprovecharemos para redistribuir los gastos entre los municipios. Hay que tener en cuenta que hace ya dos años que el Gobierno planteó que no podían mantenerse en las mismas condiciones. Nuestra voluntad es que la Comunidad siga dentro del Consorcio con una fórmula en la que se encuentren cómodos. Seguro que se encontrará de aquí a final de año”.

-¿Hay quién tenga duda alguna de que el Consorcio de Bomberos, al menos el tinerfeño, es un éxito?

“El Consorcio es un éxito, un modelo que ha triunfado en las islas que lo tienen y especialmente en Tenerife, donde prácticamente la totalidad de los ayuntamientos están integrados”.

-Con la reforma de las administraciones locales, ¿qué pasará con los municipios con menos de 20.000 habitantes?

“Habrá que ver si tienen o no que estar en el Consorcio, pero el modelo insular responde a la realidad, satisface sus necesidades y funciona. Es el fruto de una gestión eficaz”.

-¿Qué pasa con los municipios que siguen fuera [Garachico, La Matanza, La Victoria y Buenavista]?

“Aún no se ha resuelto pero lo resolveremos. De aquí a final de año. No hay una obligación, pero les invitamos porque este modelo es rentable económicamente para los municipios y para el conjunto de la Isla. La discusión radica en de dónde salen los fondos en los municipios que no participan. Discutiremos con ellos, con los de dentro y los de fuera. Con la nueva reforma se abre una puerta a que el Cabildo, en sustitución de esos ayuntamientos, tenga competencia en el servicio de control de incendios. Lo normal es que se llegue a un punto de encuentro y se cubrirá de una manera u otra”.

-¿Por qué tanta confianza?

“Porque nuestra voluntad clara es que el Consorcio cubra toda la Isla, y que todos los municipios se sientan parte del Consorcio”.

-Apunta sobre la nueva ley autonómica… ¿Han contado con ustedes para su elaboración?

“El Gobierno de Canarias está trabajando en un nuevo proyecto de ley de emergencias y nosotros hemos aportado al mismo, especialmente en servicios contraincendios urbanos. Se da la circunstancia de que el Cabildo de Tenerife preside la Fecai en estos seis meses y está previsto que el consejero José Antonio Valbuena haga un especial seguimiento del tema”.

-¿Qué aspiran a mejorar con esa nueva ley?

“Pretendemos regular de un modo más claro el papel de los consorcios. Por un lado que obtengan la fuerza necesaria para garantizar su mantenimiento. Que la ley fomente el papel del Consorcio porque la Isla marca el territorio de la emergencia casi siempre. La gestión de incendios debe ser insular. Por otro que también quede meridianamente claro la diferencia entre el servicio profesional, que sin duda es la columna vertebral del servicio, y el voluntario, que existe en todas las Islas. La fórmula de colaboración funciona, con todas sus cuítas pero funciona, y eso es lo que nos interesa a todos y lo más importante”.

-Hablando de bomberos, están a punto de establecer en el consorcio tinerfeño la primera Relación de Puestos de Trabajo de su historia. ¿No es así?

“Es una obligación legal, pero es cierto que a todas las administraciones les ha costado arrancar con la primera. En mi opinión, éste es el momento para llevarlo a cabo. Y tiene muchas ventajas para aclara quién tiene qué responsabilidades, cómo hay que organizarse… Incluso para las expectativas profesionales de cada uno será un gran avance. Hay objetivos que son claros: por un lado promocionar al personal interino, por otro sacar concursos para cubrir vacantes, y aún más: promocionar a nuestra gente para que el consorcio pueda contar con más mandos”.

-Dígame, ¿cómo ha logrado tanta paz social en el consorcio justo en lo peor de la crisis?

“Es el periodo de mayor tranquilidad en ese sentido que ha disfrutado el consorcio a lo largo de su historia. Claro que la crisis también ha frenado las reivindicaciones, pero es verdad que hemos apostado por el diálogo, hemos atendido las reclamaciones en la medida de lo posible, pero también es verdad que hemos tenido que recortar. La clave puede estar en nuestro empeño por convencer y por escuchar, y no por imponer”.

-Pero seguimos con los cuarenta y dos bomberos por turno, dentro de los parámetros imprescindibles para garantizar el normal funcionamiento del servicio…

“Sí, pero nosotros preferiríamos cuarenta y cuatro. Y aspiramos a ello en el próximo ejercicio, pero eso dependerá del próximo presupuesto. Habían cuarenta y cuatro cuando llegamos y como mínimo queremos volver a ese número de efectivos”.

- Y al fin un vehículo de mando avanzado. ¿Salió muy caro?

“Era una necesidad. Es de lo más práctico gracias a su versatilidad y movilidad”.