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Consumo, gasto y ahorro – Por María Fresno

   

Hace siete años que se nos machaca con que la crisis económica es consecuencia de que todos (banca, administración, ciudadanos y sector privado) vivimos por encima de nuestras posibilidades y estábamos endeudados hasta las cejas. Gastamos sin prever las vacas flacas y ahora, que estamos sin un duro, nos echamos las manos a la cabeza. A toro pasado es fácil culpar a los bancos por abrir la mano a la hora de dar créditos, a la administración por gastar en exceso e incentivarnos al consumo, y a los ciudadanos por usar la Visa como si esta no hubiera que pagarla a fin de mes. Sin embargo, ahora, después de decirnos una y otra vez que no sabemos ahorrar, resulta que gracias a esos depósitos el consumo ha comenzado un cambio de ciclo. Ahorrar se ha convertido en algo primordial en época de crisis, de ahí el crecimiento de depósitos bancarios en el último año. En cambio, según desvela el informe de coyuntura de CEOE-Tenerife correspondiente al segundo trimestre de este año, no es sostenible en el futuro que el consumo se sustente en los ahorros de familias y empresas.

La economía canaria repunta [crecerá el 1,6% hasta los próximos años] y en consecuencia el empleo también lo hará (unos 10.000 nuevos puestos de trabajo prevé la patronal de aquí a final de año). Pero hay que tener en cuenta que este crecimiento y repunte de la actividad se debe, casi en exclusiva, a los buenos datos del turismo, especialmente extranjero. Lo mismo ocurre con el comercio. El sector lleva casi un año con datos positivos y esto se debe a la buena marcha del turismo y muy poco al consumo interno que si se da, lo hace vía ahorros. Casi por efecto rebote, la economía canaria empieza a ver la luz y para que esta llegue a todos los hogares es importantísimo que el consumo interno repunte, pero no vía ahorros. Los empresarios tienen que tener a su disposición una serie de beneficios impositivos que les incentive la contratación. Pero ojo, estos nuevos puestos de trabajo deben ser, sobre todo, estables en el tiempo que es, al fin y al cabo, lo que da seguridad al consumidor y lo que le permite hacer planes de gastos a medio/largo plazo. Fue el propio Gobierno el que nos dijo que es más importante para la economía gastar que ahorrar, pero el ahorro permite a los ciudadanos tener un colchón para cualquier imprevisto en el hogar o en la empresa, y por qué no, materializar los sueños, pero lo más importante es que genera un hábito que permite organizar los ingresos. Y es que hay que cuidar los pequeños gastos, porque un pequeño agujero puede hundir un barco.