Fepeco anima a denunciar a quien trabaje en ‘negro’

La construcción es uno de los sectores más afectados. / SERGIO MÉNDEZ

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

En los últimos meses han ido en aumento las peticiones a Fepeco por parte de pequeños empresarios y autónomos de la construcción, para que intensifique la lucha contra la economía sumergida que afecta al sector y se denuncie esta problemática cada vez más extendida. “La economía sumergida está paralizando la creación de empleo y destruyendo el que existe”, aseguró Óscar Izquierdo, director-gerente de Fepeco.

Ante esta situación, una de las medidas adoptadas por la patronal ha sido la mejora de su página web (www.fepeco.org) para facilitar a los asociados y a la ciudadanía en general la denuncia de trabajos de construcción en inmuebles y solares, que sean sospechosos de estar realizados de forma irregular. “En todos los casos, Fepeco garantiza una rigurosa confidencialidad y el anonimato de los denunciantes”.

La patronal, recordó además, que en la actual coyuntura muchas pymes y autónomos de la construcción legalmente establecidos, que pagan muchos impuestos y altas cotizaciones sociales, dependen de la realización de pequeños proyectos de rehabilitación, reformas, mantenimiento o conservación para evitar el cierre. Sin embargo, la creciente economía sumergida que sufre el sector en este tipo de actividades pone en peligro la continuidad de estas empresas y profesionales. De hecho, ya son numerosos los casos, sobre todo en algunos municipios, en los que se ha tenido que cerrar y dejar la actividad por esta causa, con la consiguiente destrucción de puestos de trabajo legales.

Por ello, insiste, una vez más, que la contratación de trabajadores o empresas que operan en la economía sumergida implica asumir responsabilidades penales, civiles y/o administrativas. En este sentido, la contratación de empresas o trabajadores autónomos que no están cumpliendo con la legalidad no solo está contribuyendo a la precariedad de las condiciones de trabajo, sino también, en caso de accidente de un trabajador, al aumento de la siniestralidad laboral.

Izquierdo destacó que “algunos estudios realizados han evidenciado que hay personas que están instaladas cómodamente, desde hace muchos años, en la economía sumergida, y que por muchos incentivos fiscales o de seguridad social que se les ofrezcan, no quieren ni les interesa legalizarse. Además, se da la circunstancia de que este tipo de personas son las que más protestan por todo y contra todo, cuando son los primeros en no dar ejemplo”.