Idiotas y mentiras – Por Claudio Andrada

En más ocasiones de las deseables, por lo menos a mí se me queda cara de asombro e incluso de idiota por la manera en que tratan algunos de engañar a la ciudadanía. Algunas veces intentan disfrazar datos y números, poco dados a disimulos o estratagemas, pero sí a lecturas interesadas, algo así como dos más dos ahora no son cuatro, sino 3,75 o 4,25. Es la estrategia de aplicar siempre aquello de la relatividad, pero al estilo changa, con argumentos absolutamente incontestables porque parten de una falsedad notoria. Tal es el caso de las publicidades machaconas y reiterativas de Repsol en Canarias. Ideadas por supuestos expertos en márketing, tratan de hacernos creer a la ciudadanía de las Islas que las prospecciones no tienen riesgo alguno para el medio ambiente, e incluso que gracias a las empresas de extracción de petróleo destinos turísticos como Brasil, o de cierta solvencia ecológica como Noruega, están mucho mejor desde que se extrae petróleo en sus costas. Nada más lejos de la verdad y de la realidad. Incluso los expertos que trabajan y cobran de las compañías petroleras jamás se atreven a sostener que el riesgo de derrame o de afectación al ecosistema sea cero. Y eso es lo que nos venden las publicidades que vemos en todos los medios de comunicación del Archipiélago en estos días, que seguro incrementarán su intensidad y frecuencia a medida que se acerque el momento de iniciar las prospecciones. Nos tratan como si fuéramos idiotas. Es como si nos vendieran medicamentos diciéndonos en el prospecto exclusivamente las virtudes y se olvidaran de manera intencionada de advertirnos de sus incompatibilidades o reacciones adversas. Esto por un lado. Y por el otro, demuestran hasta qué punto están dispuestos a seguir adelante con la campaña de desinformación, empleando para ello todos los recursos disponibles. Desde el acento canario de los actores, hasta los consejos de un pescador de otras latitudes, pasando por comparaciones con otras zonas del planeta en las que están presentes el petróleo y sus innumerables riesgos. Riesgos de los que ni siquiera se habla. Por lo tanto, una publicidad falsa y con la intención de tratarnos como si fuéramos tontos. Y una pregunta: ¿usted incidiría tanto en la campaña de Repsol en que los riesgos están muy calculados si no los hubiera? Canarias es contundente en su rechazo a las prospecciones y a la posibilidad de que se extraiga petróleo en sus costas. El resto son milongas y cantos de sirena para tratar de dormir y confundir a las conciencias de toda la ciudadanía. Pero, ojo, que estos que tienen las manos manchadas de negro son de la opinión de que una mentira dicha miles de veces acaba convirtiéndose en una verdad. Habrá que volver a reiterarles que la verdad sólo tiene un camino, y en nuestro caso brilla en un mar azul que tenemos la obligación de defender para las generaciones venideras y para el equilibrio del propio planeta.

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