GABRIELA GULESSERIAN | Puerto de la Cruz
Reconoce que no es fácil recuperarla debido a que ello conlleva una serie de gestiones, permisos e inversión económica. Pero el edil de Izquierda Unida Canaria (IUC) en el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz, Jonás González, tiene claro que la piscina natural de Laja de la Sal, ubicada en la zona de Martiánez y cerrada desde hace seis años, es un atractivo turístico que la ciudad no se puede dar el lujo de perder. Por ello, en los próximos plenos presentará una propuesta para que el Ayuntamiento solicite su concesión a la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, dado que en 2008 se acabó la que tuvo el hotel Semiramis durante 30 años. Desde entonces, han sido varios los intentos por recuperarla pero ninguno ha tenido resultado hasta el momento. El primero de ellos fue realizado por la ex alcaldesa Dolores Padrón (PSOE) quien ese mismo año propuso la recuperación del uso público. La idea de Padrón, impedida por la moción de censura, era que personal del Complejo Turístico Municipal Costa de Martiánez se encargara de su mantenimiento y control. Posteriormente algunos empresarios quisieron hacerse cargo de la gestión pero su intención no prosperó por diferentes motivos.
“Creemos que el Ayuntamiento tiene recursos y si se autoriza un bar o cafetería, como en Playa Jardín o San Telmo, se podría explotar y el alquiler serviría para mantener esta instalación”, precisa Jonás González. El edil cree que se puede incluir como oferta complementaria en el proyecto de regeneración de la playa de Martiánez ya que esta piscina de agua de mar, habilitada sobre un charco natural entre los riscos del acantilado, constituye un elemento diferenciador de la oferta turística.
En caso de que su financiación no pueda integrarse en este proyecto, IUC pedirá que la asuma el Ayuntamiento, dado que las piscinas y charcos naturales que hay en otros municipios son muy demandados por los usuarios, y cita como prueba la afluencia que tienen Jover, Punta del Hidalgo y Bajamar, en La Laguna o El Pris, en Tacoronte.