José, a la Policía: “He apuñalado a mi mujer; no sé dónde está el cuchillo”

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

Veinticinco años de cárcel: Tanto la acusación pública como la particular coinciden en sus conclusiones provisionales a la hora de solicitar para el acusado de asesinar a su expareja sentimental en Los Gladiolos el 20 de febrero del año pasado en un crimen especialmente trágico ya que se produjo en presencia de los dos hijos pequeños de la víctima, a los que salía de casa a primera hora de la mañana para llevarlos al colegio.

La única diferencia de contenido en ambos escritos radica en que la Fiscalía incluye en el suyo la confesión del acusado, que se presentó en menos de media hora en la cercana comisaría del Cuerpo Nacional de Policía ubicada en la calle de Pérez de Ayala, saludando al funcionario de la entrada con la siguiente frase: “He apuñalado a mi exmujer en la calle Alcalde Mandillo Tejera; no sé dónde está el cuchillo”, siendo detenido al instante y, desde entonces, preso por esta causa de asesinato.
Por lo que respecta al escrito de la acusación particular, en el que la familia de la víctima está representada por el conocido penalista lagunero Jesús Arencibia, destaca la aseveración de que el ahora detenido, José, “con intención de causar la muerte de Guacimara y además en presencia de los pequeños, llevado por su sentido posesivo y dominante de la familia, y por el rencor acumulado y los celos que sentía hacia su excompañera, fue a su encuentro con el firme objetivo de acabar con su vida, para cuyo fin portaba un cuchillo-puñal de 35 centímetros, con 18 de hoja y 3 de ancho, y una vez en el edificio donde habitaba, sube a la planta 11 del mismo, donde espera escondido en el rellano de la escalera a la salida de Guacimara y sus hijos de su vivienda”.

El relato de lo que ocurre a continuación es no por conocido menos dramático: La víctima abre la puerta de la casa de su madre, donde se refugió tras acabar su relación con José hace años, y se topa con él quien, sin mediar palabra, le propina una cuchillada sin dudas mortal en la que entierra toda la hoja

Lejos de deponer su actitud ante la presencia de los pequeños y de la abuela de ellos, el ahora acusado (siempre según la versión de las acusaciones) siguió apuñalando a su víctima hasta un total de trece veces, además de otros seis cortes en su afán inútil por defenderse de tan brutal embestida.

Además de la pena privativa de libertad ya referida, las acusaciones también solicitan la prohibición de aproximarse a sus dos hijos y a la familia de la víctima, además de 300.000 euros de indemnización para los niños.

Hoy se elegirán a los miembros del tribunal de jurado popular en una vista que se espera concluya el próximo viernes.