X
Tribuna >

Palabras que duelen – Por María José Tacoronte

   

Me ha sorprendido el artículo de opinión publicado por el vicepresidente del Cabildo de Tenerife, Aurelio Abreu, el pasado domingo en diversos medios y que llevaba por título Ni una más… En él, hablaba de las víctimas de violencia de género y la labor que está realizando la Corporación insular en esta materia. Hasta ahí, no tengo nada que reprocharle. Ahora bien, y como le he comentado personalmente al señor Abreu, creo que se equivoca de lleno cuando acusa al Gobierno central de no defender a las mujeres. Utilizar un tema tan delicado como arma política es cuanto menos mezquino, por poner algún calificativo.

Se puede recriminarle al Ejecutivo Central, y en concreto al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, su gestión, sus políticas en esta materia o la reestructuración del gasto. Ahora bien, culpar a un Gobierno por estas muertes me parece irresponsable. Por esa regla de tres podría yo recordarle al señor Abreu que la medida estrella del entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero para luchar contra esta lacra fue crear un Ministerio de Igualdad. Presumían de ser el primer país en crear esta Cartera por un importe total de 113 millones de euros, y dirigido por Bibiana Aído.

Pues con un Ministerio y una ministra específicamente para ello, el 60 por ciento del presupuesto se gastaba en mantener al personal, no en políticas activas contra la violencia de género. Así que no venga dando lecciones a nadie ya que todos recordamos como la miembra de su partido más que gestionar lo que hizo fue repartir subvenciones para estudios, según ella, imprescindibles.

Y le estoy haciendo críticas a la gestión y a la manera de distribuir las prioridades de aquel Gobierno. Ahora bien, ¿sabe lo que nunca haría? Culpar al entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero, a la entonces ministra de Igualdad, y a su partido, de las víctimas de violencia machista durante sus años al frente de este país. Y eso que, por ejemplo, en 2008 y 2010 se registraron los peores datos de la década en ese ámbito.

Pero no me parece justo. Estoy convencida de que para ningún Gobierno es fácil tener que hacer una declaración o un balance sobre este tema. Mientras haya una sola mujer que tenga que pasar por esta dramática situación estaremos ante un fracaso de todos: políticos y no políticos. Por eso, tolerancia cero hacia la violencia. Éste es un tema que necesita del consenso y el acuerdo de todas las fuerzas políticas, los agentes sociales y la ciudadanía, en general. Es un asunto que nos atañe a todos y una buena primera medida es empezar por la educación. De hecho, algunos estudios ponen de manifiesto que ciertas ideas que transmitimos a nuestros jóvenes son perjudiciales al igual que el mal uso de las nuevas tecnologías.

En concreto, el estudio La Evolución de la adolescencia española sobre la igualdad y la prevención de la violencia de género, elaborado por la Universidad Complutense, alerta de que un 29 por ciento de las menores encuestadas reconocían haber sufrido un control abusivo de su vida por parte de sus parejas, a través del teléfono móvil. Asimismo, ciertas frases machistas como que los celos son una demostración de amor también calan en nuestra juventud, no en vano el 73,3% de los adolescentes reconoce haberla escuchado.

Control, celos, cambios de hábito de vida por agradar a nuestra pareja, entre otras cuestiones, son alarmas que no debemos pasar por alto. Por eso, es importante abrir un diálogo social en torno a esta lacra, aprender a identificar los primeros síntomas de violencia y manipulación y sobre todo informar sobre cómo actuar ante el maltrato. Si no damos estos primeros pasos y asumimos que esta lucha corresponde a todos seguiremos en una espiral de violencia. Si no unimos nuestras fuerzas y actuamos cada uno en su ámbito todo lo que hagamos será un gran fracaso. Un fracaso que no sólo corresponderá a un Gobierno, en particular, sino a toda la sociedad en general.

*CONSEJERA DEL GRUPO POPULAR
DEL CABILDO DE TENERIFE