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Saber dejarlo a tiempo – Por Francisco Pomares

   

El secretario general de los socialistas canarios, José Miguel Pérez, ha decidido retirarse de las primarias por la candidatura a la Presidencia del Gobierno. Hace unos días lo consultó con la ejecutiva federal y el miércoles se reunió con varios compañeros en Las Palmas para plantear su decisión. En esa reunión, Pérez propuso como candidata a las primarias a Carolina Darias, que deberá medirse -al menos- con los tinerfeños Gustavo Matos y Patricia Hernández, si la diputada madinista decide finalmente presentarse, algo que parece cada vez más seguro. La intención de Pérez era anunciar públicamente su renuncia a concurrir en las primarias ayer por la tarde, tras la reunión de la ejecutiva de su partido que debía definir temporalmente el proceso de primarias. Una filtración desde la ejecutiva federal precipitó ayer por la mañana la noticia, apenas 24 horas antes de que Coalición Canaria se enfrente a la elección de su propio candidato, elección en la que Fernando Clavijo parece mejor posicionado que el actual presidente, Paulino Rivero. La renuncia de Pérez puede analizarse, por tanto, también en clave de fin de etapa o cierre de ciclo, y no creo que sea precisamente un refuerzo a la voluntad de Rivero de seguir una tercera legislatura. Hay quien dice que en su decisión puede haber pesado el no tenerlas todas consigo en un proceso abierto de primarias, en el que no contaría probablemente con el apoyo de los socialistas palmeros y herreños, y quizá de una parte importante de los de Tenerife. Puede ser cierto. Pero también puede serlo que el secretario general de los socialistas canarios no quiera condicionar las posibilidades de un futuro acuerdo del PSOE con la Coalición Canaria posterior a Rivero, a su propia persona, a la que muchos tanto en el PSOE como en Coalición vinculan en demasía al actual presidente del Gobierno, con el que Pérez ha mantenido durante toda la legislatura un extraordinario entendimiento. La cuestión es que Pérez se retira de la candidatura, pero no -al menos aún- de su puesto como secretario general, que mantendrá hasta la convocatoria del Congreso. ¿Quiere tutelar Pérez el proceso de primarias? ¿Influir en las candidaturas socialistas? Eso opinan quienes le pidieron ayer -desde el PSOE tinerfeño, con Javier Abreu a la cabeza- que si no va a ser candidato se retire también ya de la secretaría general. Yo creo que si no lo hace no es por apego al poder, sino sencillamente porque cree que en política las formas y los plazos deben cumplirse. Que es, por cierto, lo que ha hecho siempre.