TINERFE FUMERO | Â Santa Cruz de Tenerife
Unos ciudadanos denunciaron hace unos dÃas a las autoridades la desaparición de un familiar que les tenÃa lógicamente preocupado porque se habÃa lanzado al mar hacÃa ya seis horas y seguÃan sin noticia del mismo, en información captada por vÃas extraoficiales.
Sin embargo, y cuando apenas se habÃan activado los recursos imprescindibles para verificar la alarma, ésta fue desactivada ya que a los pocos minutos el bañista en cuestión apareció de nuevo en la zona.
Del protagonista de esta historia sólo se saben tres cosas con certeza: que es varón, que es vecino de La Higuerita y que su prueba de natación favorita son las aguas abiertas. No en balde, cuando fue cuestionado sobre las cerca de cinco horas que habÃan transcurrido desde las once y media de la mañana que se introdujo en el océano a la altura del Castillo Negro y las seis de la tarde en que reapareció.
Según explicó a los servicios actuantes, efectivamente este bañista gusta de nadar durante horas y horas, detallando que su recorrido habitual es, partiendo del Castillo Negro, nadar en dirección sur y luego volver.
Sin embargo, en caso de que se hubieran activado más servicios, el bañista corrió el riesgo de ser expedientado por el Gobierno de Canarias e incluso sancionado a pagar la tasa habilitada por los rescates originados en actividades de riesgo o en negligencias y/o imprudencias.
El suceso en cuestión resulta punible porque todos los deportes náuticos son considerados como arriesgados, además de que considera como imprudencia darse semejante baño en solitario y sin adoptar un mÃnimo de medidas de seguridad, como serÃan un bote acompañante o un traje contra la hipotermia.