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STEC-IC pide un “cambio de rumbo” en la educación en Canarias

   

EUROPA PRESS | Santa Cruz de Tenerife

El sindicato STEC-IC ha pedido este lunes un “cambio de rumbo” en la educación en Canarias que pasa por la puesta en práctica de las medidas contempladas en la Ley Canaria de Educación, aprobadas en el Parlamento sin apoyo el PP, y la recuperación de los recortes practicados en los últimos cursos escolares.

Así, pide un aumento en la inversión educativa que se refleje en los nuevos presupuestos de Canarias con el fin de que los centros públicos tengan recursos suficientes y así garantizar el carácter público “compensando” las desigualdades sociales, económicas y culturales.

Además solicita la disminución de las ratios, la simplificación de la carga burocrática del profesorado, y la consideración de los consejos escolares como máximos órganos de gestión y participación democrática de los centros educativos.

El STEC también reclama un pacto de estabilidad para el profesorado interino mayor de 55 años como su ampliación a los cerca de 3.200 docentes del colectivo de interinos, y una revisión salarial dado que los docentes canarios son de los peor pagados en relación al resto de España.

El STEC-IC no se conforma con “normalizar” los recortes que ha sufrido la educación pública, y dice que es “inconcebible” que se castigue al profesorado por enfermar, se haya incrementado la jornada laboral, no exista atención temprana para el alumnado ni refuerzos educativos, o que sea el profesorado del centro afectado quien cubra las bajas, al margen de que “se privaticen servicios tan esenciales como los comedores escolares”.

Por ello, el sindicato llama a todas las comunidades educativas a formar un frente común para reclamarle al Gobierno de Canarias y a la Consejería de Educación la puesta en práctica de todas las medidas positivas contempladas en la propia Ley educativa aprobada en el Parlamento, así como la recuperación de todos los recortes sufridos en los últimos años.

“Ha llegado el momento de pasar de las palabras a los hechos. La Ley Canaria de Educación no debe quedar en papel mojado. No es de recibo continuar con recortes del pasado ni practicar nuevos recortes. Estaremos en alerta”, expone.