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El acelerón definitivo de Zeben

   

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JUANSE SÁNCHEZ | Santa Cruz de Tenerife

Zeben Díaz vuelve a esprintar en su carrera deportiva. Un año y medio después de su último combate dentro del kickboxing el fajador capitalino emprendió ayer un largo viaje que le llevará hasta Dubái para empezar el camino del retorno a una disciplina en la que no ha dicho su última palabra. Zeben se medirá allí, este sábado, al inglés Luke Whelan, un rival de muy buen nivel, zurdo, alto y guerrillero “como a mí me gusta”.

Lo que no le agrada mucho al tinerfeño es esa condición de zurdo de Whelan. “Siempre es más incómodo para trabajar, pero lo bueno que tiene es que boxea bien y que va siempre para delante por lo que creo que va a ser un combate muy bonito” señalaba Zeben mientras terminaba de preparar los enseres que le acompañarán en su viaje. Ayer tomó un vuelo hacia Madrid y de allí directo hasta Dubái con la compañía de Mika Muraille y de Hassan Ait Bassou. Díaz no tiene dudas de que su estado de forma es óptimo pese a la gripe que le debilitó la semana pasada y que le hizo parar de entrenar durante dos días. “Me encuentro bien y en los últimos días me he visto muy fuerte”, confesaba antes de reconocer que saldrá al cuadrilátero en las mejores condiciones ya que “he conseguido estar en el peso sin problemas, con un régimen muy estricto no como otras veces que me ha costado mucho más”.

Ese esfuerzo con el que ha bajado 11 kilos en apenas un mes y medio le hace estar “muy motivado para el combate” añadiéndole que “no tengo la presión de pelear en casa y estoy con muchas ganas y muy concentrado en el combate”.
El pleito, pactado a nueve asaltos de dos minutos, una distancia muy diferente a la que está acostumbrada a hacer dentro de los grandes circuitos del K1, no le asusta. Zeben ya hizo diez asaltos cuando peleó en la isla de Reunión por el Campeonato de Europa ISKA.

“Al ser los asaltos de dos minutos serán más intensos”, reconocía el campeón mundial que ya conoce la tradición que se está imponiendo en Dubái con el kickboxing ya que estuvo allí hace unos años acompañando a Mar Rodríguez cuando consiguió su cinturón universal. “Hay afición y la gente se entrega, pero son veladas para gente rica, para jeques, en las que van 1.500 o 2.000 personas”, revelaba un Zeben Díaz que no quería ponerse límites. “Espero tener más continuidad a partir de ahora, aprovechar este tirón y seguir peleando en los combates que vayan saliendo”, concluía el ilusionado fajador tinerfeño.