El Instituto Carlos III de Madrid informará el lunes sobre el resultado del segundo análisis. | REUTERS
T. F. / J. L. C. | Santa Cruz de Tenerife
El enfermero tinerfeño que coopera con Cruz Roja y que en la mañana del pasado jueves despertó con décimas de fiebre y molestias en la garganta tras su regreso a la Isla desde Sierra Leona no ha incubado el virus del ébola, tal y como se desprende de los primeros análisis sanguíneos efectuados en el Instituto Carlos III de Madrid.
Sin embargo, el sanitario sí que padece malaria, lo que explicaría el cuadro clínico descrito. Tanto él como su familia (su pareja sentimental y el hijo de 18 meses fruto de la unión) seguirán aislados en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria hasta el próximo lunes, a la espera de que el segundo análisis confirme el resultado.
Cabe apuntar que los tres casos sospechosos registrados en Madrid también han dado negativo. Como recordarán los lectores, se trata de un misionero de la Orden de San Juan de Dios que había estado recientemente en Liberia; una de las 68 personas que habían estado en contacto con Teresa Romero, la enfermera contagiada al tratar a otro misionero (García Viejo), y el pasajero de un avión que llegó a Barajas procedente de Francia y que presentaba una sintomatología coincidente.
Como es natural, la noticia ha sido bien acogida por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, que en un comunicado de prensa ha insistido en recordar que los hospitales y los profesionales en Canarias están preparados para atender este tipo de situaciones, a la par que reiteran su mensaje de calma a la población y de confianza en el sistema sanitario canario. Por último, apuntar que las buenas noticias también alcanzan a Teresa Romero, al punto que los facultativos prevén realizarle una prueba del virus dentro de un periodo de entre 24 y 48 horas y esperan que dicho test pueda dar negativo, dado que ya su carga viral es muy baja.
Al igual que Cruz Roja, tanto Médicos Sin Fronteras como la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios -otras dos organizaciones humanitarias que están trabajando en zonas de riesgo por ébola en África- manifestaron que sus cooperantes y profesionales cumplen de forma “estricta” las recomendaciones de la OMS para el tratamiento de estos pacientes.