Entre el alivio y la calma tensa

Imagen del traslado del posible caso de ébola al Hospital Nuestra Señora de La Candelaria. / DA

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

“Por un lado, aliviados; por otro, a la espera de que el lunes [mañana para el lector] se confirme el negativo. Mientras tanto, a seguir trabajando, ya sabes”. Así resumía ayer un alto cargo el sentir actual entre los responsables autonómicos de que el virus ébola no llegue a Canarias o, si así fuera, pueda impedirse un brote en las Islas.

Nunca unas décimas de fiebre dieron para tanto. El malestar que sintió en la mañana del pasado jueves un enfermero tinerfeño de Cruz Roja llegado unos días antes de ayudar en Sierra Leona contra la propagación de la epidemia del virus ébola desató un vendaval informativo en la Isla no exento de polémica al ignorar varios medios los deseos expresos del sanitario para que sus datos no fueran de dominio público.

El tercer frente de esta historia pasa por el centro hospitalario de referencia en Tenerife, La Candelaria, cuyo día a día también ha sufrido los efectos propios de una emergencia internacional de salud pública, declarada así el pasado 8 de agosto por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Por lo que respecta a la Consejería, hasta destacados miembros de la oposición del Partido Popular han reconocido la correcta aplicación de los protocolos previstos y han felicitado a los profesionales de la Isla.

La familia critica que se desvelen sus datos y que la Consejería no les haya llamado

Sin duda, el hecho de que la profesionalidad del sanitario afectado le llevase a comunicar a La Candelaria esas décimas de fiebre y las molestias en la garganta facilitó la activación del Servicio de Urgencias Canario (SUC), que dispuso una ambulancia preparada a tal efecto para transportar al paciente hasta el centro, donde fue ingresado en una de las tres habitaciones previstas.

Hay constancia de que ya en 2012 empezaron a tomarse medidas en las Islas, pero fue a partir de la declaración de la OMS cuando las actuaciones se han multiplicado. Sirva como ejemplo de ello los cursos de formación celebrados a tal efecto. Hasta agosto se habían impartido cursos a 196 profesionales, fundamentalmente técnicos de transporte sanitario, pero desde entonces los cursos ya han llegado a 218 personas, incluyendo a personal de distintas áreas de salud y de Salvamento Marítimo, con el que se ha firmado un convenio orientado para el uso de sus helicópteros.

En cuanto a los simulacros, la propia consejera, Brígida Mendoza, reconocía en rueda de prensa que ya se han celebrado cuatro y que en breve tendrán lugar otros seis.

Por lo que respecta al frente mediático, el hermano del afectado lamentó ayer en declaraciones a Radio Club que no se respetase la intimidad del sanitario, pero también lamentó que la Consejería no fuera quien informase a la familia del resultado de los análisis. Por lo que respecta a La Candelaria, es incuestionable que el ingreso afectó al día del centro. Por un lado, la expectación se tradujo en un inusual trasiego de médicos en la planta donde se encuentra (algún vómito por nervios incluido), mientras que Urgencias detectó un considerable bajón en la noche del pasado jueves.

Ahora resta esperar a mañana, y desear que se confirme el negativo y que pronto se recupere de la malaria que padece.