MARÍA FRESNO | Santa Cruz de Tenerife
Las actividades de reforma y rehabilitación están cobrando cada vez más importancia dentro del sector de la construcción como generadoras de empleo. De hecho, se está convirtiendo en la vía de escape de un sector que ha sido fuertemente castigado por la crisis. Para analizar la implicación del sector público y privado en todo este procedimiento, Fepeco celebró ayer unas jornadas en la sede central de Cajasiete a la que asistieron profesionales del sector y representantes de la administración pública.
Fueron muchas las conclusiones a las que se llegó en este foro, pero la idea más persistente es que el futuro de la construcción pasa ineludiblemente por las actividades de reforma, rehabilitación y mantenimiento, dada la escasa obra nueva prevista. Una actividad, además, que se dejó bien claro que no solo pasa por las pequeñas obras en vivienda, sino por el mantenimiento del patrimonio, carreteras, obra hidraúlica o edificios públicos.
Las jornadas, que se prolongaron durante toda la mañana, fueron inauguradas por el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, y el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, quienes resaltaron las acciones que se están realizando desde ambas administraciones para el fomento de estas actividades. En concreto, el alcalde se refirió especialmente a su reforma fiscal y rebaja de tasas para el próximo año en Santa Cruz.
Durante la primera mesa de debate, formada estrictamente por profesionales, se habló de uno de los principales problemas del sector y que no se consigue atajar: la economía sumergida. Un problema que no solo afecta a la hora de hacer la factura, sino al no exigir los mínimos criterios de calidad y seguridad. José María Casero, director provincial de la Seguridad Social en la provincia, aseguró que la pérdida de empleo en el sector va muy vinculada a esta actividad ilegal y recordó a todos los presentes que la “eficacia ejecutiva funciona cada vez mejor”. Aconsejó a todos, no solo a los empresarios, sino a quienes demandan un servicio que al leer un presupuesto muy a la baja “nos preguntemos porqué es así”. “No debemos acostumbrarnos a que esta es nuestra idiosincrasia y a que el chapuzas de turno es el que nos hace más barato la obra, porque este tipo de contrataciones y de forma de trabajo perjudica a todos”.
Casero insistió, al igual que Fernando Muñoz, representante del colegio de Administradores de Fincas, en la necesidad de explicar a las comunidades de propietarios que pueden ser responsables de cualquier incidente que se produzca. “Cuando hacemos una obra en casa, somos nosotros los responsables, pero si contratamos, porque es más barato, al primo del vecino o al vecino mismo y pasa alguna desgracia o viene una inspección a esa empresa que no está legalmente establecida, no solo se puede quedar la obra paralizada, sino que los propietarios serán los responsables”. La comunidad de vecinos, declaró Carlos Bencomo, presidente del Colegio de Graduados Sociales, “se convierten en empresarios desde que contratan un servicio y por lo tanto tienen una responsabilidad”.
En este sentido, el vicepresidente de Fepeco, Diego Vega, insistió en la necesidad de que el registro de empresas lleve aparejado un sello de calidad que garantice que esa empresa es seria y cumple con sus obligaciones legales. Un aspecto que se enlazó con la inspección técnica de viviendas que, criticó Argeo Semán, presidente del Colegio de Arquitectos, va “muy lenta”. Semán apuntó que la desregulación está muy bien para reducir la burocracia, pero adelantó que, al mismo tiempo, también puede traer problemas, “precisamente por esa idiosincrasia que tenemos”.
En la segunda mesa, todos los representantes políticos coincidieron en que hay que darle un impulso a la actividad de reforma y rehabilitación y, marcando diferencias políticas sobre la forma en la que se está aplicando el plan de rehabilitación de viviendas, quedó claro que esta actividad es la vía para generar empleo en el sector. Fue el consejero de Vivienda del Cabildo Insular, José Antonio Valbuena, quien dio una enorme dosis de realidad a los presentes y, aunque señaló que la rehabilitación es positiva para el sector, dejó bien claro que no es la panacea. Hizo números y señaló que un sector “secuestrado” por el sector público y por el bajo consumo de las familias, no entrará de lleno en esta actividad y aseguró que, en el mejor de los casos, generará el 10% de empleo de la población parada.
à Comunidad de propietarios. Los administradores de fincas tienen un papel fundamental a la hora de aconsejar a los propietarios de que cuando hay que hacer una obra de las zonas comunes escojan a una empresa que cumpla con la legalidad, porque en caso contrario, la responsabilidad caerá sobre los propios vecinos, en caso de algún incidente.