La mentira universal – Por Indra Kishinchand

Más de una vez he visto a un plasma justificar sus actos en base al interés general o al bien común. La mayoría de las ocasiones (no quiero decir todas, no vaya a ser que me llamen radical) yo no he estado de acuerdo con las decisiones de aquella pantalla.

Entonces, ¿dejan de ser resoluciones fundamentadas en el interés general? ¿Qué es eso del bien común? Espero no ser yo quien se los descubra, pero es una utopía, una falacia, una excusa… eso significa que deja de ser para convertirse en un tal vez.

Este hecho tan fácil de comprender, e incorporado incluso a la sabiduría popular, parece no estar tan claro para quienes tienen mayores responsabilidades. Llegados a este punto, desembocamos donde siempre: en la honestidad.

Dígame que no me va a gustar, explíqueme que de verdad cree que es lo mejor, asegúreme que hará todo lo posible, pero, sobre todo, dígame algo. No importa si voy a sufrir un poquito más si con ello conseguimos que otros dejen de hacerlo. Pero no me mienta. Especifique que con interés general se refiere al conjunto de los partidos políticos y los círculos que les rodeen. Pero no me mienta. Precise que el bien común es aquel del que se beneficia sin ningún remordimiento.

Y cuando lo haya reconocido… ya hablaremos.