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Otras pequeñas pero grandes amenazas

   

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

Una notable representación de los especialistas españoles lo tiene muy claro: el riesgo de introducción de enfermedades tropicales en nuestro país (y por ende en Canarias) es ahora mucho mayor a cuenta del cambio climático, tal y como refleja un estudio del Ministerio fechado el año pasado. Ello se debe a que los vectores que trasmiten dichas enfermedades resisten mejor con temperaturas más altas. Mientras el ébola acapara la atención de la opinión pública a la espera de que una vacuna minimice sus temibles efectos, muchos otros pequeños grandes peligros nos acechan. Es el director del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y de Salud Pública de Canarias, Basilio Valladares, quien nos identifica tres que suponen un riesgo mayor para las Islas: el virus del Nilo Occidental, el dengue y la fiebre chikungunya.

Virus del Nilo Occidental
El West Nile virus, WNV o virus del Nilo Occidental es un virus que provoca la fiebre del Nilo Occidental. Esta enfermedad es una flavivirosis de origen africano subsahariano que produce encefalitis en equinos y también humanos, y que se ha extendido por el resto de África, Oriente Medio, Asia Menor y Europa Oriental, y muy recientemente por Extremo Oriente y Norteamérica, donde causa importantes mortandades en aves.

De su peligro da cuenta el hecho de que hace unos meses las autoridades estadounidenses se vieron forzadas a fumigar Manhattan.

Valladares sitúa este mal en el primer puesto en cuanto a los más peligrosos porque el mosquito que lo propaga, el culex pipiens, ya está en Canarias.

Se trata del mismo que transmite la filariosis, mal harto conocido para los canarios amantes de los perros y que se identifica por los gusanos que parasitan el corazón de los canes. Felizmente, la presencia del mosquito no es suficiente (lógicamente) como para propagar el virus, pero el hecho de que ya esté en las Islas multiplica el riesgo de brote en caso de que se introduzca.

Lejos de esperar a que se materialice este riesgo, la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias y el Instituto de Enfermedades Tropicales ya trabajan en una ofensiva para reducir en todo lo que sea posible las colonias de este mosquito en el Archipiélago.

MOSQUITO AEDES AEGYPTI, TRANSMISOR DEL DENGUE

Imagen de archivo de un mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, picando a un humano. / DA

El dengue
Sencillamente, es cuestión de tiempo que llegue a Canarias. Hasta ahora se ha evitado, pero la presencia del mosquito que lo trasmite, el aedes aegyiti, en territorios como el Levante español (entró por Cataluña en 2004) o más recientemente en el Reino Unido. Por si fuera poco, dos territorios macaronésicos han sufrido brotes. Uno al sur de Canarias, Cabo Verde (2010), el otro al Norte (Madeira (2012). El dengue es una enfermedad infecciosa causada por el virus del dengue, del género flavivirus o estegomia calopus. La infección causa síntomas gripales, y en ocasiones evoluciona hasta convertirse en un cuadro potencialmente mortal.

Desde enero del año pasado se han instalado controles en puertos y aeropuertos de las Islas para detectar la llegada de dicho mosquito, una medida preventiva sobre la que Valladares aclaró ayer a este periódico que seguimos sin noticias del pequeño pero peligroso insecto.

El científico sitúa al dengue entre uno de los mayores peligros sanitarios externos habida cuenta que se trata, como reconoce la Organización Mundial de la Salud, de una pandemia de asombrosa expansión, al punto que los casos en el mundo se han duplicado en la última década y se han multiplicado por 30 en medio siglo.

Fiebre chikungunya
Probablemente es el mal más desconocido de los tres que resalta Valladares. El chikungunya es un virus transmitido por artrópodos, del género alfavirus, que se transmite a las personas mediante la picadura de precisamente los mismos mosquitos que el dengue.

Ello implica que los mismos controles sirven tanto para una enfermedad como para la otra. Esta fiebre, que dura de 2 a 5 días seguido de un período de dolores en las articulaciones de las extremidades; puede persistir semanas, meses o incluso años. Ahora mismo, Venezuela y República Dominicana sufren grandes brotes de chikungunya.

En resumen, son pequeños grandes riesgos para Canarias y nuestras autoridades, sabedoras de ello, ya han adoptado medidas preventivas.

Fachada del Hospital de La Candelaria. / DA

Fachada del Hospital de La Candelaria. / DA

La Candelaria: un baluarte de referencia

T. F. | Santa Cruz de Tenerife

Si para evitar esas pequeñas grandes amenazas sanitarias las autoridades canarias adoptan medidas preventivas, también habrá que hacer en caso de que estas enfermedades lleguen a Canarias. Un ejemplo es lo ocurrido con el ébola, que la Isla cuenta con un centro de referencia: el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria.

Aunque fue en julio pasado cuando Canarias comenzó a trabajar en el asunto, el aldabonazo llegó el 8 de agosto, al declarar la Organización Mundial de la Salud el brote de ébola de África occidental como “emergencia de salud pública internacional”.

Cuatro días antes ya se había constituido en La Candelaria un grupo de trabajo compuesto por miembros de la dirección del centro, prevención de riesgos laborales, vigilancia de la salud, medicina preventiva, responsables médicos y de enfermería de medicina interna (Unidad de Enfermedades Infecciosas) y de urgencias, responsables del departamento de compras, servicio de ingeniería, subdirección de gestión y técnico de medioambiente.

El objetivo era diseñar un completo protocolo de actuación que sirviera de herramienta y de guía en el caso de tener que atender un posible caso, como pasó con el cooperante de Cruz Roja. El 21 de agosto se contaba ya con un arma fundamental: el Procedimiento del HUNSC ante una sospecha de ébola, publicado en la Intranet del centro hospitalario para consulta del personal y que actualiza de acuerdo a los protocolos aprobados por el Ministerio y Salud Pública del Gobierno canario. Este mismo día se iniciaba la formación con personal considerado interviniente de las áreas médica, de enfermería, personal no sanitario, SUC…

Ya en agosto se impartieron 30 cursos a 143 profesionales de las áreas médicas, enfermería, gestión y profesional no sanitario en diferentes sesiones formativas con un total de 286 horas de formación, cursos que se siguen desarrollando para todas las categorías profesionales, además de la realización de dos simulacros. También se realizaron trabajos de coordinación con las empresas externas intervinientes (limpieza, seguridad, funeraria…).

Se dispuso para ello de una zona diferenciada preparada como unidad de aislamiento con 3 habitaciones con 3 esclusas y presión negativa, instalaciones que cuentan con diferentes circuitos de trabajo para permitir la correcta atención, diferenciando, por ejemplo, circuitos de limpio y sucio, etc.

El paciente es atendido por la plantilla habitual de la Unidad de Enfermedades Infecciosas, en función de los cuidados requeridos en cada momento por dos profesionales siguiendo estrictamente el protocolo establecido para minimizar riesgos y acompañados por la figura de un observador para guiar y comprobar que el procedimiento se ejecuta adecuadamente, que a su vez se sigue mediante un circuito de videovigilancia.